El hervidor de agua es uno de los pequeños electrodomésticos que han invadido literalmente las cocinas de todos los hogares españoles.
Sí, las han invadido. Y lo han hecho porque son cómodos y ofrecen una valiosa ayuda en las tareas domésticas. Hablando del hervidor eléctrico, por ejemplo, éste permite calentar agua y llevarla a ebullición. Por supuesto, esto puede parecer algo de poca importancia. Sin embargo, no es así en absoluto.
Ahora que nos estamos preparando para la temporada de invierno, por ejemplo, nos permitirá calentar el agua necesaria para preparar una agradable, caliente y relajante tisana. Reconozcámoslo, es justo lo que se necesita después de un estresante y frío día de trabajo. Lo mejor sería tomarla a sorbos en el sofá y con un plaid sobre las piernas.
Si, además, te pones delante del televisor para ver una película o una serie, sería algo realmente extraordinario, ¿no crees? Por supuesto, el agua caliente también se puede utilizar para preparar pasta e incluso un caldo caliente. En resumen, los usos son realmente variados. Sin embargo, muy a menudo surge un problema.
Y hay que resolverlo. Pero cuidado, porque no nos referimos al hecho de que consuma energía y suponga una carga en la factura. Por supuesto, tampoco hay que subestimar en absoluto este aspecto. Pero lo que nos interesa es la cal, o mejor dicho, su formación. Y debes saber que afecta a la calidad del agua caliente producida y repercute en el funcionamiento y la vida útil del hervidor. Queremos dar algunos consejos rápidos para eliminarla para siempre.
Sí, no requiere mucho tiempo ni, de hecho, mucho esfuerzo. Pero su hervidor quedará prácticamente como nuevo y no tendrá problemas de funcionamiento. Además, disfrutará de la excelente calidad del agua producida. En resumen, la eliminación de la cal es un verdadero regalo del cielo.
Hay tres métodos de los que queremos hablar, y cada uno tiene como protagonista un ingrediente fácilmente disponible en casa. El primero consiste en ácido cítrico. Éste se diluye en agua y se coloca en la tetera. La solución se lleva a ebullición y se deja enfriar durante una hora. Transcurrido este tiempo, hay que vaciar el hervidor y enjuagarlo con agua. El segundo método es el vinagre.
Del mismo modo, hay que llevar a ebullición una solución de agua y vinagre. De este modo, sólo se tarda veinte minutos en actuar antes de vaciar la tetera y enjuagarla con agua limpia. Por último, encontramos el bicarbonato sódico, que también hay que mezclar con agua y llevar a ebullición. Un cuarto de hora y listo. Después de vaciar el hervidor, basta con enjuagarlo con agua limpia.