Síndrome del pato: en qué consiste este fenómeno generalizado que afecta cada vez a más jóvenes
Qué es el síndrome del pato y por qué se le ha dado este nombre. Todo lo que hay que saber sobre el niño problemático de la era moderna.
El síndrome del pato sigue siendo bastante desconocido, al menos en estos términos. De hecho, el término fue acuñado por la Universidad de Stanford para describir una situación particular en la que se encuentran niños y adultos en determinadas circunstancias. Pero, ¿cuál es la correlación con los patos?
En realidad es más sencilla de lo que crees, pero antes es bueno que entiendas este concepto para que puedas captarlo en su totalidad. Está relacionado con la ansiedad y el estrés, condiciones cada vez más frecuentes hoy en día debido también al contexto histórico actual, en el que los ritmos cotidianos son cada vez más enervantes.
Síndrome del pato: qué tienen que ver la ansiedad y el estrés
Aunque no es una terminología demasiado familiar en los círculos médicos, este síndrome describe una situación en la que estudiantes y trabajadores, tras acumular mucho estrés, tienden a ocultarlo mostrando una felicidad meramente aparente. La analogía con los patos reside en el hecho de que se deslizan tranquilamente sobre la superficie del agua mientras bajo sus patas reman frenéticamente para mantenerse a flote.
El deseo de parecer perfectos ante los demás lleva a las personas a acumular ansiedad y estrés y trastornos del sueño y, en consecuencia, a ponerse esta máscara para evitar que los demás noten su malestar. Las principales víctimas de este síndrome son las mujeres, a menudo asfixiadas por las expectativas que la sociedad deposita en ellas.
Evidentemente, uno sabe en su fuero interno que está atrapado en estas condiciones y encuentra consuelo en el reconocimiento de sus síntomas y en el conocimiento de que no es el único que experimenta estas molestias. Así que, básicamente, uno siempre se encuentra bajo presión, pero debe tener en cuenta las consecuencias negativas que pueden derivarse de este estilo de vida.
El riesgo es degenerar en ansiedad crónica y poner en peligro el bienestar general. Para salir de ella, hay que mentalizarse de que no existe una fórmula mágica que conduzca a la perfección y la felicidad. Pasar por momentos difíciles forma parte del juego, lo importante es saber afrontarlos. El síndrome del pato nos recuerda, por tanto, la importancia de lidiar con los sentimientos que llevamos dentro y dar prioridad a nuestro bienestar y salud mental dejando atrás las presiones del mundo exterior, que a veces pueden ser perjudiciales.