Lavarse demasiado no es bueno para la salud: increíble pero cierto, según un estudio
A partir de ahora, está permitido lavarse menos: un estudio demuestra que así se reduce la probabilidad de contraer enfermedades.
La concienciación sobre la importancia de lavarse las manos aumentó considerablemente durante la pandemia de Covid-19, aunque siempre fue un gesto recomendado para garantizar la higiene personal.
Todos recordamos los consejos del Ministerio de Sanidad para lavarse las manos durante los primeros meses de la pandemia, muy a menudo todavía expuestos en los aseos públicos o en nuestras oficinas, donde se nos recordaba que debíamos dedicar entre 40 y 60 segundos a esta práctica.
A pesar de que el jabón no elimina directamente los gérmenes, sino que los atrapa en micelas que se eliminan durante el aclarado, algunos estudios estadísticos revelan que estos consejos nos ‘educaban’ mucho: antes de la pandemia, los datos del Journal of Environmental Health de 2013 mostraban que sólo el 5% de las personas se lavaba las manos durante al menos 15 segundos. La mayoría se limitaba a seis o siete segundos, insuficientes para garantizar un lavado eficaz.
Pero a pesar de todas estas medidas y de la mayor concienciación vinculada a Covid-19, una higiene excesiva de las manos puede no ser del todo beneficiosa…
Riesgo de aumento, especialmente si se empieza de niños
Según Robert Schmerling, profesor asociado de la Facultad de Medicina de Harvard, el lavado diario puede reflejar normas sociales y culturales más que necesidades reales de salud. Señala que un lavado excesivo podría incluso dañar la piel y comprometer su equilibrio natural. De hecho, el lavado frecuente podría alterar la flora microbiana natural de la piel.
En algunas partes del cuerpo, esta flora está determinada por factores genéticos, mientras que en otras está influida por el entorno. Esta comunidad microbiana desempeña un papel crucial en la protección de la piel frente a gérmenes patógenos y en el mantenimiento de la salud cutánea. También estimula el sistema inmunitario preparando a las células de linfocitos T para responder a posibles amenazas alérgicas o microbianas. Sin embargo, lavarse con demasiada frecuencia, especialmente los niños desde una edad temprana, puede dificultar el desarrollo de anticuerpos. Esto es especialmente relevante, ya que el sistema inmunitario se desarrolla a través de la interacción con el entorno, incluidos los microbios. Lavarse las manos en exceso, eliminando microbios constantemente, puede impedir que el sistema inmunitario se adapte y responda a las amenazas de forma eficaz.
Es fundamental tener en cuenta todos los aspectos
En conclusión, lavarse las manos es importante para prevenir enfermedades y mantener la higiene personal, pero es necesario un equilibrio. Lavarse las manos en exceso puede interferir con nuestro equilibrio microbiano natural, comprometiendo la salud de la piel e incluso contribuyendo al desarrollo de alergias cutáneas, especialmente en los niños.
Por lo tanto, lavarse las manos correctamente, pero evitando el exceso, es el camino a seguir para mantener una salud cutánea óptima y favorecer un sistema inmunitario robusto. Es importante comprender que la piel es un órgano dinámico que necesita un equilibrio de protección y estimulación para mantenerse sana, y el lavado de manos debe formar parte de esta ecuación sin excederse en las prácticas de limpieza.