¿Pueden los olores influir en la atracción física? La ciencia ya no tiene dudas
La ciencia ha analizado las conexiones entre los olores y la atracción física entre las personas. Veamos qué ha salido y cuáles son las posibles correlaciones.
Aunque pueda parecer paradójico, los olores y aromas tienen un impacto bastante significativo en las relaciones humanas. De hecho, el olfato es uno de los sentidos más potentes, ya que estimula la memoria y los recuerdos tanto positivos como negativos. Por ejemplo, cuando uno ve después de un tiempo a una persona que tiene un olor determinado, se activa inconscientemente un mecanismo que le lleva a recordar algo particular de ese individuo.
A esto hay que añadir los aromas naturales que caracterizan a cada individuo. Y son precisamente éstos los que tienen una correlación más específica con la atracción, y en este sentido puede ser útil un estudio publicado en 2003 en la revista Behavioral Ecology Journal sobre los olores corporales.
Olores y atracción física: cuál es su vínculo
Según el citado trabajo de investigación, los olores corporales que más atraen no son los que se parecen al propio cuerpo, sino los que son completamente diferentes, quizá incluso más fuertes e intensos. Una especie de confirmación de la teoría de que los polos opuestos se atraen. Así, cuanto más diferente es el olor de la otra persona, más probable es que pueda haber una atracción entre ellos.
Pasando en cambio a las especificidades de las fragancias capaces de suscitar mayor interés y curiosidad, las especias pueden desempeñar un papel decisivo. Por ejemplo, en las fragancias masculinas la pimienta o las bayas de enebro son capaces de dar un toque de brillo. Así lo confirma una encuesta realizada en Fragrantica en 2022 sobre las fragancias masculinas más sensuales.
Otro olor bastante agradable es el de la vainilla. Según pruebas científicas, es un auténtico antidepresivo capaz de estimular la respuesta hormonal masculina. En la misma línea se encuentran el tabaco, el té negro, el whisky, el vino y las castañas, que se cuentan entre los aromas más intrigantes y envolventes.
Pero, ¿qué sustancia gusta más a las mujeres? Gana el sándalo, que suele utilizarse en el yoga tántrico para liberar la energía sexual y convertirla en energía espiritual. El almizcle y el jazmín también merecen una mención especial. El primero tiene un lado sensual que puede combinarse bien con el aroma natural de la piel. El segundo, en cambio, tiene la capacidad de despertar las hormonas y liberar tensiones. En resumen, antes de una cita caliente es bueno prestar atención al propio olor y al perfume que se utiliza: se puede crear una mezcla que a veces resulte ganadora y en otras circunstancias no tan útil.