Limpiar y ordenar la casa es ciertamente agotador, sin embargo, esta actividad proporciona varios beneficios para el cuerpo y la mente. He aquí por qué.
El hogar es nuestro refugio, el lugar donde pasamos gran parte de nuestro tiempo, pero ¡qué faena es el trabajo doméstico! Ordenar y limpiar la casa es, sin duda, una actividad pesada y a menudo reacia; sin embargo, ocuparse de ella aporta varios beneficios al cuerpo y a la mente.
En efecto, entrar en una casa ordenada y limpia infunde cierta sensación de paz y bienestar interior, pero ¿por qué? Según algunas investigaciones científicas y estudios psiquiátricos, tener un hogar organizado también contribuye a nuestro bienestar físico y mental, por lo tanto, a ser más felices. En definitiva, dedicarse a la limpieza del hogar es definitivamente terapéutico. Quien tiene una casa bien cuidada se asegura una buena salud para el cuerpo y el alma cada día.
Según una encuesta sobre la relación entre una casa limpia y la felicidad, realizada por The Cloxory Company, vivir en un entorno limpio también genera un cambio positivo en el comportamiento y la capacidad de empatía de las personas. También se ha comprobado que los niños son más productivos y se comportan mejor en espacios ordenados y limpios. Pero eso no es todo. Veamos qué otras buenas razones hay para dedicarse a la limpieza del hogar.
Las tareas domésticas son una verdadera molestia, pero, según varios estudios científicos y psiquiátricos, influyen positivamente en nuestro bienestar físico y mental. En otras palabras, limpiar la casa nos hace más felices.
En concreto, según los investigadores, durante la limpieza del hogar, además de quemar calorías, nuestro cuerpo libera endorfinas y sustancias químicas que nos hacen sentir bien. Por este motivo, ordenar y limpiar la casa ayuda a mejorar el estado de ánimo, desterrando la ansiedad y el estrés. Además, vivir en un entorno ordenado y limpio ayuda a mejorar la concentración y el rendimiento. Como explica el psiquiatra Jinesh Shah: «Si nuestro entorno está ordenado, seremos ordenados y rendiremos más». Al fin y al cabo, vivir en un entorno demasiado caótico puede hacernos sentir incómodos; por el contrario, un entorno ordenado da mucha confianza.
En resumen, una casa limpia y ordenada no sólo habla bien de una persona, sino que es una auténtica panacea para el cuerpo y la mente. Por lo tanto, si estamos acostumbrados a vivir en un entorno desordenado o posponemos constantemente la hora de la limpieza, ¡es hora de pasar página!