Gracias a la psicología, se puede abordar la fase de seducción con mayor facilidad. Esto es lo que hay que saber sobre este intrigante tema.
El arte de la seducción es una característica innata que no todo el mundo posee. Hay quien tiene un verdadero talento natural y quien no lo tiene en absoluto. Pero esta noción, más allá de lo que se cree, no sólo concierne a las situaciones sentimentales, sino también en la amistad y en el trabajo.
Seducir, en efecto, significa sobre todo convencer a una o varias personas para que nos elijan en un contexto determinado o para que sigan nuestra idea. No es tarea fácil, pero gracias a la psicología está al alcance de todos. He aquí las dinámicas que hay que comprender para seducir con éxito.
Lo primero que hay que hacer es trabajar la propia personalidad y encontrar los puntos fuertes. De este modo, se puede aprender a seducir. De hecho, tomar conciencia de las propias capacidades ayuda a encontrar un estilo seductor y da sensación de seguridad a la pareja. Esto se debe a que la seducción se esconde en los mensajes no verbales, los gestos y la cercanía corporal.
Demostrar confianza corresponde a posar genuina y sinceramente con quien se tiene delante. Se puede seducir simplemente permaneciendo uno mismo sin tener que cambiar para congraciarse con el otro. La singularidad de uno mismo es la clave para atraer a alguien que nos interese. Por supuesto, también es necesario combinar la dosis justa de personalidad para dar en el blanco.
Mirar a los ojos de la persona a seducir es muy importante y puede marcar la diferencia en el mundo. Ayuda a disminuir la distancia física y alivia la tensión inicial. Mostrar participación e interés en una conversación y quizás encontrar puntos de contacto con la propia experiencia (sin exagerar demasiado, eso sí) es otra clave para ganar puntos.
Estar relajado y sacar su mejor sonrisa son esos toques finales que hacen que la otra parte se sienta bienvenida y, por qué no, deseada. Así que evite seguir un patrón establecido y deje aflorar única y exclusivamente lo que usted es. Incluso en las entrevistas de trabajo, por ejemplo, cuando se evalúan rasgos de carácter, ser auténtico siempre da buena imagen. El que sea demasiado tímido, que recuerde lo anterior: mirar bien en su interior y trabajar para reforzar su identidad.