El secreto de la felicidad en pareja está en los detalles: aquí hay 11 hábitos a seguir para vivir serenamente
Desde la confianza hasta la capacidad de dejar que la pareja tenga su propio espacio, he aquí los secretos de una vida de pareja feliz revelados para ustedes.
Las relaciones felices, por supuesto, se corresponden con corazones felices, ya que los estudios demuestran que la ausencia de estrés en las relaciones suele conducir a la estabilidad física y mental.
Cuando una relación se basa en la confianza, la honestidad y la compasión, aumentan las posibilidades de construir una relación duradera.
Sin embargo, no basta con ceñirse a lo básico; la forma en que interactuamos con nuestra pareja a diario desempeña un papel crucial.
Y precisamente por eso es importante destacar algunos de los pequeños hábitos que adoptan las parejas felices. ¿Cuáles son las pequeñas acciones que las parejas sanas adoptan constantemente para mantener vivo el vínculo afectivo? Averigüémoslo juntos.
De los pequeños gestos a la sinceridad en todos los frentes
Recordar las cosas favoritas del otro: todos apreciamos un detalle dedicado a nosotros, ya sea un ramo de las flores que más nos gustan o que nos cocinen nuestro plato favorito. Recordar las cosas favoritas del otro es una de las formas más pequeñas pero eficaces en que las parejas felices y sanas nutren sus relaciones, y prestar atención a las pequeñas cosas demuestra a nuestra pareja lo mucho que nos importa toda su esfera afectiva.
Apoyar los sueños, metas y aspiraciones: estar en una relación comprometida significa comprometerse a apoyar a la pareja en la realización de sus sueños. Aunque los objetivos y las aspiraciones suelen considerarse caminos individuales, cuando apoyamos a nuestra pareja en sus sueños y objetivos, demostramos un interés sincero por su futuro.
Hablar de temas financieros: los problemas financieros figuran entre las principales causas de divorcio. Cuanto mejor pueda hablar de dinero con su pareja, más confiarán el uno en el otro y desarrollarán una mentalidad financiera sana. Hablar de ello durante un diálogo semanal puede ser especialmente útil.
Respetar el espacio: con el inicio de una nueva relación también comienza el periodo conocido como «fase de luna de miel». Aunque esperamos que los momentos felices con la pareja continúen, es esencial establecer límites, respetando el espacio personal del otro para preservar la individualidad. Aprender a respetar los silencios y la separación nos permite madurar como personas y como pareja.
Compartir intereses: aunque es importante cultivar la individualidad, es igualmente crucial participar activamente en intereses y actividades compartidos con su pareja. Ya disfruten de la misma afición, viajen a destinos deseados o cocinen su comida favorita, esforzarse por pasar tiempo de calidad juntos ayudará a mantener una relación sana.
Intimidad y compromiso: la constancia es la clave
Teléfonos lejos: hoy en día, los teléfonos son una herramienta indispensable, y es raro estar sin ellos, pero una adicción al teléfono puede causar problemas importantes en la relación. El término «phubbing» se refiere precisamente a la tendencia a ignorar a quienes nos rodean en favor del teléfono, y suele ser motivo de ruptura o deterioro de la relación.
La importancia del diálogo: programar sesiones periódicas de diálogo con tu pareja elimina los conflictos incómodos que surgen cuando asumes que conoces sus pensamientos por completo. Estas reuniones también ayudan a desarrollar la inteligencia emocional, ofreciendo una mayor comprensión de cómo manejar los problemas adecuadamente, cambiando la perspectiva del individuo a la pareja.
Mostrar gratitud: expresar aprecio y gratitud a la pareja es crucial para mantener una base sólida en la relación, y resulta aún más crítico en las relaciones a largo plazo. Mostrar gratitud fomenta una comunicación sana, abierta y positiva. Tampoco es obligatorio expresar la gratitud verbalmente: pequeños actos de amabilidad como preparar una taza de café, la comida del trabajo o ayudar en un proyecto son ejemplos de gratitud expresada más allá de las palabras.
Mostrar afecto: la intimidad es un espectro, lo que significa que cambia según el sujeto; pero todos, aunque de distinta manera, queremos sentirnos especiales. Conocer las preferencias de su pareja y aprender a identificar su «lenguaje del amor» es crucial. Algunas personas prefieren las demostraciones físicas, otras las palabras de afirmación, como los cumplidos: aprendamos a leer a nuestra pareja y no podremos equivocarnos.
Estar presente: a pesar del ajetreo de la vida cotidiana, formar parte de una relación significa prestar atención cuando tu pareja habla, igual que harías con cualquier otra persona. Incluso en momentos de aburrimiento, irritación o frustración, hacer un esfuerzo por centrarse en lo que dice la pareja crea una conexión más profunda y un mejor entendimiento mutuo.
Cultivar una mentalidad positiva: la negatividad no es buena para la salud mental. Es normal, de vez en cuando, sentirse frustrado o tener días malos, pero evita convertir una actitud negativa en un hábito. Tener siempre algo positivo que decir de tu pareja, incluso en situaciones negativas, crea un sentimiento de unidad que refuerza el vínculo que habéis construido con compromiso. Una estrategia para ello es terminar una discusión expresando un pensamiento positivo que admires o aprecies de tu pareja.