Un nuevo descubrimiento en un museo estadounidense podría revolucionar la biología animal. Descubramos juntos de qué se trata.
Una especie de «sirena» que parece en parte pez, en parte mono e incluso reptil ha sido analizada por los científicos, que intentan averiguar de qué especie se trata. De hecho, no nos referimos a un ejemplar vivo, sino a un animal disecado, traído de Japón por un marinero estadounidense y donado al Museo de Springfield, en Springfield (Ohio), todavía en 1906.
La momia tiene un aspecto ciertamente inusual: dientes salientes, colmillos sobredimensionados, una mitad parecida a la de un pez y una capa de pelo gris. Un clásico secreto de terror en el museo local, capaz de atraer la atención de miles de turistas.
La supuesta «sirena» ha sido radiografiada y analizada desde dentro, tratando de averiguar qué es. Según un radiólogo de la Universidad de Kentucky, Joseph Cress, el animal «parece ser una amalgama de al menos tres especies diferentes«.
En primer lugar, la cabeza y el tórax de un mono, mientras que las patas parecen proceder de un caimán o un lagarto de gran tamaño. Y por último está la cola; la aleta de un pez, se sobreentiende, pero no está claro de qué anfibio procede.
De hecho, la criatura ha sido descrita como una especie de Frankenstein del mundo animal, una creación ciertamente insólita. El origen de las distintas partes de la criatura sigue sin estar claro.
Según Natalie Fritz, experta histórica en este tipo de criaturas «inventadas», se trata de la llamada «sirena Fji«, una criatura falsa popularizada por P. T. Barnum. Sí, nos referimos al famoso Barnum, padre del circo moderno y figura fundamental del mundo del espectáculo estadounidense. Fue Barnum quien popularizó este tipo de criaturas disecadas en los espectáculos de los circos estadounidenses de principios del siglo XX.
En el caso que nos ocupa, parece que la momia data de 1870; los próximos estudios se centrarán en la parte del mono, para comprender cómo está compuesto por dentro, si está realmente vacío o si han conservado los órganos del desafortunado mono original.
En Japón, las sirenas, como criatura mitológica, son tan famosas como en Europa; según un rumor muy extendido, probar su carne concedería la inmortalidad. Existe incluso un templo, en Asakuchi, donde el artefacto de una sirena es objeto de culto.