El truco del hervidor eléctrico permitirá ahorrar mucho en la factura de la luz, sabemos lo importante que es para el presupuesto doméstico.
Cuando llega fin de mes, empezamos con las «cuentas servas», es decir, esas pequeñas cuentas diarias que nos permiten ver si hemos conseguido ahorrar unos euros de más en el presupuesto general de la casa y en qué medida. Apostamos a que, en la mayoría de los casos, ahorrar es una utopía.
Al fin y al cabo, no podía ser de otra manera teniendo en cuenta la constante subida de los precios. El gasto en alimentación aumenta, al igual que el de la gasolina, el seguro del coche, la ropa y, por supuesto, la electricidad y el gas. Un aumento constante que nos lleva a preguntarnos constantemente qué podemos hacer para ahorrar dinero.
Aquí tratamos de poner en marcha algunos comportamientos que podríamos llamar virtuosos que nos permitan, en conjunto, ver disminuir nuestros gastos domésticos. Así, apagamos la luz cuando no es necesario mantenerla encendida, también intentamos bajar la temperatura tanto del agua caliente como de los radiadores. También instalamos dispositivos que deberían permitirnos un buen ahorro.
Visto de esta excelente manera, parece sencillo, pero el verdadero problema es que necesitamos un método mucho más eficaz, aplicar trucos que nos ayuden a conseguir un ahorro considerable. Lo que veremos afectará a un buen 15% de la factura, que créanos, no es un ahorro pequeño.
Cuando estos dos elementos no están perfectamente calibrados, es posible desperdiciar mucha energía porque se acaba ajustando la temperatura demasiado alta. Por eso es importante poder calibrarlo todo correctamente. Lo que se necesita es un sensor de temperatura, es decir, un pequeño termómetro analógico o digital. Se utiliza para medir la temperatura de la tubería de agua que sale de la caldera.
Una vez hecho esto, se comprueba la diferencia entre este valor y el valor ajustado en el termostato. A continuación, se procede a ajustar perfectamente la temperatura. Un truco sencillo y eficaz.