Al tener la costumbre de aplazar la función despertador cada mañana, ¡no hay que sentirse culpable! Según la ciencia es correcto, por eso.
Especialmente con la llegada de los primeros fríos, es muy difícil abandonar una cama caliente. Por eso, son muchas las personas que se encuentran posponiendo el despertador una y otra vez cada mañana. Los clásicos «cinco minutos más» que parecen imprescindibles en ese momento para sentirse más descansado. Pero, ¿posponer el despertador cada mañana es realmente una buena idea?
Pues bien, a pesar de que muchos expertos afirman que posponer el despertador es un mal hábito porque sólo haría que el día fuera más difícil de sobrellevar, un estudio reciente parece desmentir esta afirmación. Contrariamente al pensamiento común, una investigación ha demostrado que posponer el despertador matutino 5 ó 10 minutos no sólo no tiene efectos negativos sobre el estado de ánimo o la sensación de descanso, sino que incluso podría hacer más llevadero el día.
El estudio, publicado en el Journal of Sleep Research, es el resultado de un cuestionario enviado a unos 1.700 voluntarios, el 69% de los cuales resultaron ser despertadores en serie. Se examinaron los efectos de esta práctica y esto es lo que resultó.
Según los datos del estudio realizado por Tina Sundelin, psicóloga e investigadora del sueño, quienes posponen el despertador no tendrían los efectos de los que todo el mundo habla. El estudio, de hecho, demostró que no habría diferencias en la calidad del sueño entre quienes posponen el despertador y quienes no lo hacen. En concreto, no se encontraron diferencias significativas en los niveles de cortisol (hormona del estrés), somnolencia matutina, estado de ánimo y calidad general del sueño. Por el contrario, los resultados de varias pruebas matinales mostraron que quienes tenían el hábito de posponer el despertador también parecían más alerta al despertarse.
Como explica Sundelin, «la razón más común para posponer el despertar es que se está demasiado cansado, pero muchos lo hacen simplemente porque les sienta bien».
En resumen, posponer el adiós a la cama caliente con más alarmas posteriores no hace daño, al contrario, parece ser una estratagema eficaz para despertarse menos atontado por la mañana, sobre todo para los que tienen la costumbre de acostarse un poco más tarde. ¡Una gran noticia para los perezosos!