Desde finales de noviembre del año pasado, ChatGPT es un verdadero punto de referencia para muchos usuarios.
Sí, porque empezaron a utilizarlo, movidos por la curiosidad, desde el principio. Pensemos, por ejemplo, en los muchos estudiantes que utilizaron los servicios del chatbot OpenAI para obtener ayuda con los deberes de matemáticas o escribir redacciones en español. Las traducciones y la investigación histórica también fueron muy populares.
Pero no sólo lo utilizaron los estudiantes. También hay trabajadores que lo han utilizado y lo siguen utilizando hoy en día para obtener ayuda con sus tareas y también desarrolladores que han encomendado al chatbot en cuestión la tarea de escribir código sencillo para un sitio web o una aplicación web. En resumen, los usos son múltiples.
Pero, por desgracia, no todo son rosas. Y a menudo sucede que uno se encuentra con problemas bastante serios. Un poco como lo que está ocurriendo estos días. Sí, porque ChatGPT está siendo estafado. O mejor dicho, son los usuarios que lo utilizan los que caen en las trampas de ciberdelincuentes taimados y sin escrúpulos.
En el pasado, también fue prohibido en España por el Garante Privacy, debido a que no respetaba las propias normas relacionadas con la privacidad de los usuarios y sus datos. Pero, lo que nos interesa es la estafa vinculada al chatbot OpenAi. Hablaremos de ello ampliamente, ya que son muchos los que han caído en las redes tejidas por los estafadores.
Sí, por cierto. Muchos usuarios se han encontrado sin gran parte de su dinero en sus cuentas corrientes. Los ahorros de toda una vida se han esfumado, literalmente, por culpa de la estafa que campa a sus anchas en la actualidad y cuyo protagonista es el chatbot de OpenAI, ChatGPT. Se trata de una situación realmente alarmante.
Veamos, pues, en detalle lo que está ocurriendo. Todo empezó cuando se descargó su aplicación y se instaló en los distintos dispositivos en posesión de los usuarios. El principal problema es la falta de atención por parte de los usuarios. Sí, se ha entendido bien. La estafa en cuestión se llama «fleeceware«. Esta práctica se aprovecha de las compras in-app. Básicamente, los usuarios descargan e instalan aplicaciones similares a ChatGPT que prometen la misma funcionalidad.
Hay periodos de prueba gratuitos, pero enseguida se producen cargos. Y estos pueden ser mensuales o semanales. El punto en común es que resulta difícil deshacerse de ellas. Y, además, son muchos los que caen en las trampas de los anuncios, también en las distintas plataformas sociales, que anuncian aplicaciones falsas y tienen el mismo mecanismo que las que acabamos de ver. Prestar mucha atención, ¡sobre todo a las pequeñas variaciones en los nombres!