¿En busca de una relación pacífica? Esto es lo que nunca se debe decir a la pareja
Averigüemos qué es mejor evitar decirle a nuestra media naranja para fomentar la estabilidad de la relación. Son detalles aparentemente triviales, pero a la larga pueden desgastar la relación.
Mantener el equilibrio en una relación no es nada fácil. Hay varios factores que pueden estropearlo con el tiempo, entre ellos las cosas que uno le dice a su media naranja. Algunas pueden crear una sensación de enorme enfado y precipitar así la situación de un momento a otro.
En este sentido, es bueno conocer aquellas frases que nunca se deben pronunciar para mantener a raya los malos rollos. Al fin y al cabo, la comunicación es la base de todo en una pareja estable y aprender cuándo y cómo decir o no decir algo puede ser uno de los secretos de una relación duradera.
Frases perniciosas que nunca hay que decir a nuestro querido
Tanto a los hombres como a las mujeres les molestan los celos injustificados. Por eso es mejor evitar las escenas de celos sin motivo fundado, sobre todo si hay otras personas al lado. Más concretamente, los hombres odian la expresión «los hombres son todos iguales». Se trata de un término despectivo bastante común que, una vez pronunciado, desata la ira de todos los hombres.
Por supuesto, el mismo concepto se aplica también a las mujeres, que pueden enfadarse mucho si su pareja suelta esta exclamación. Otro aspecto a tener en cuenta son los comentarios sobre los amigos. En caso de crítica excesiva, es casi matemático que estalle una discusión.
También hay que evitar el «te lo dije» y las recriminaciones sobre cualquier cosa o persona. Da la impresión de una excesiva mojigatería, lo que no es agradable ni al estar con el novio/a ni con amigos y familiares. Mejor darse menos áreas e intentar volar un poco más bajo.
Independientemente de ello, un buen ingrediente que añadir a las historias de cada uno es el diálogo sereno y armonioso basado en el respeto al punto de vista del otro. Sólo prestando la debida consideración al otro se puede progresar juntos y evitar peleas innecesarias y perjudiciales. A veces, incluso el silencio puede ser un arma útil, sobre todo en fases caracterizadas por tensiones particulares y continuas. Tener que pronunciar necesariamente palabras puede, de hecho, empeorar las cosas. La astucia y la diplomacia en tales coyunturas pueden ser mucho más eficaces.