Gastar en medicinas puede ser a veces frustrante, pero esto no debe desanimarnos a la hora de ahorrar dinero: he aquí algunos consejos.
¿Cuántas veces hemos oído la frase «dinero malgastado en medicinas«? Seguramente esta idea tiene su origen en el hecho de que ir a la farmacia puede ser una experiencia desagradable.
De hecho, a menudo asociamos el acto de ir a la farmacia con malas noticias y un mal estado de salud.
A este enfoque negativo se añade un recibo excesivamente alto, que agrava nuestra situación mental.
Ahorrar en medicamentos, sin embargo, es más fácil de lo esperado: le explicamos cómo en una lista de consejos dedicados.
Como primer consejo, siempre hay que tener presente un principio fundamental: los medicamentos no son caramelos, evitemos su abuso y compremos sólo aquellos que realmente necesitemos. Por mucho que algunos productos puedan parecer elixires milagrosos, no existen, ni siquiera en las farmacias. En este sentido, puede ser útil aprender a distinguir los medicamentos de sus principios activos, para poder pedir medicamentos equivalentes en lugar de los de marca. Esto permitirá ahorrar dinero sin comprometer la eficacia del tratamiento.
Tampoco es necesario almacenar medicamentos en grandes cantidades: lo ideal es tener siempre en casa entre 4 y 5 medicamentos de emergencia. El resto se pueden comprar a medida que se necesitan, también dada la gran cantidad de puntos de venta en el territorio entre farmacias, parafarmacias y venta en hipermercados. Por el mismo motivo, evitar los «duplicados» con los mismos principios activos puede ayudar a ahorrar dinero: entre los fármacos con ibuprofeno como principio activo, por ejemplo, se encuentran tanto Brufen como Moment: comprar los dos a la vez no merece la pena, valora cuál te conviene más también en función de las contraindicaciones, que muy a menudo puedes encontrar en Internet o a través de tu médico.
Para ahorrar dinero, la primera opción es siempre elegir medicamentos genéricos, que son equivalentes a los de marca pero más baratos. Si le han recetado un medicamento de marca, puede preguntar al farmacéutico si existe un medicamento equivalente más barato. Del mismo modo, al tener tiempo, hay que comparar precios entre distintos puntos de venta: puede encontrar una oferta en un hipermercado que no esté disponible en una farmacia, o viceversa.
En el párrafo anterior hemos hablado de medicamentos con el mismo principio activo; sin embargo, hay que tener en cuenta que productos de la misma «marca» pueden tener principios activos diferentes. Por ejemplo, Moment y MomentAct contienen ibuprofeno, pero en dosis ligeramente diferentes. Asegúrese de utilizar la dosis correcta en función de su peso y del consejo de su médico.