Qué no decirle a la pareja: las cuatro frases que hay que evitar en pareja para no discutir

La vida en pareja nunca es fácil, pero al evitar decir estas frases todo será más sencillo. He aquí las frases.

A nadie le gusta pelear, pero a menudo ocurre que lo hacemos por razones triviales. Entre ellas hay ciertas frases que provocan irritación y enfado en la pareja, creando la base para peleas innecesarias. Conocerlas permite evitar muchos problemas y vivir el día a día con más serenidad.

Pero, ¿cuáles son las cuatro frases que nunca deben decirse en la vida de pareja? Algunas palabras pueden crear malentendidos, dudas y frustración en las personas y, desde luego, no ayudan a establecer una buena relación. Queremos revelarlas en este artículo para evitar cometer el mismo error que repiten miles de personas.

Frases que nunca se deben decir en pareja

Al no querer discutir con la pareja, sino vivir feliz con ella sin discusiones, éstas son las cuatro frases que se deben evitar absolutamente. Y es que hay reacciones bien establecidas que se producen cuando se pronuncian determinadas palabras que provocan conflictos, alimentan la insatisfacción de la otra persona y minan la solidez de la relación.

He aquí cuáles son:

• «Eres muy sensible»: Esta frase puede percibirse como un insulto a la otra persona, haciéndola sentir juzgada o ridiculizada por sus emociones. Esto puede provocar distanciamiento emocional y un sentimiento de invalidación.
• «Nunca estás contento»: Esta frase puede hacer que la otra persona se sienta impotente e incapaz de cumplir tus expectativas. Puede crear un ambiente negativo y avivar las tensiones en la relación.
• «No sabes de lo que hablas, cállate»: Esta frase es insultante y denigrante, y puede provocar una disminución de la comunicación abierta y sincera. Reducir el valor de las opiniones y pensamientos de la otra persona puede minar la confianza y la conexión en la relación.
• «Siento que digas que te he hecho daño»: Esta frase, aunque suene a disculpa, en realidad traslada la culpa a la otra persona por cómo se siente. No reconocer las propias acciones o no asumir la responsabilidad de los propios errores puede minar la confianza y la integridad en la relación.

Una comunicación eficaz y respetuosa es fundamental para construir relaciones sanas y duraderas. Es importante evitar frases que puedan herir a la otra persona, tratando en cambio de expresar las propias necesidades, preocupaciones o incomodidades de forma respetuosa y abierta.