Cada vez más familias españolas eligen las placas de inducción para sus cocinas con el objetivo de ahorrar dinero.
Las eligen para sustituir a las tradicionales de gas. Por supuesto, estos dos tipos de cocinas no son los únicos que existen. Hay varias, pero son las más utilizadas. Muy a menudo, entonces, la gente opta por las de inducción porque son más de diseño, más de moda. Además, son mucho más fáciles de limpiar y mantener en perfecto estado.
Además, tienen otra ventaja. Cocinar es mucho más rápido. Pero, ¿realmente merece la pena utilizar este tipo de cocina? ¿O es el presagio de un golpe en la factura? En primer lugar, hay que tener en cuenta que hay que sustituir todas las ollas y sartenes que se tienen. Sí, porque las que hay en los armarios de la cocina no son compatibles.
Y, luego, otra cosa que tienes que tener en cuenta es el aumento de los costes energéticos que ha habido en el último periodo. Por supuesto, esto ha afectado tanto al gas como a la electricidad, y las facturas están a punto de volver a dispararse. Estamos hablando de un 12% en electricidad y un 9% en gas. Así que tenemos que prepararnos para nuevos varapalos de cara a la próxima temporada de finales de otoño e invierno.
Volviendo a nuestro discurso, después de esta breve digresión, tratemos de entender cuáles son las mejores cocinas, si las tradicionales de gas o las de inducción. Intentemos entenderlo juntos, examinando en detalle todas las ventajas y, por supuesto, también los inconvenientes de este tipo de cocinas. Entendámoslo bien antes de dar el primer paso.
En primer lugar, nos gustaría repetir que estas cocinas requieren utensilios de cocina ad hoc. Por lo tanto, hay que sustituir todo lo que se tiene en casa. Y eso puede resultar caro. Pero al conformarse con eso, hay que saber que existen placas que actúan como adaptadores para las ollas tradicionales. Muchos no optan por la inducción porque les asusta el consumo de energía y los elevados costes.
Sin embargo, no tienen en cuenta que el precio del gas también ha subido desproporcionadamente. También hay que tener en cuenta que, como se ha dicho, la cocina de inducción requiere menos tiempo que la preparación en las cocinas de gas tradicionales. Otra desventaja de la placa de inducción podría ser la inversión inicial, que puede superar los 1.000 euros, y el hecho de que haya que optar por aumentar la potencia de la encimera en caso de que se utilice junto con otro electrodoméstico.
Hechas estas aclaraciones necesarias, ahora sólo queda saber cuál es la mejor opción. Teniendo en cuenta la inversión inicial en este tipo de cocinas, hay que decir que a una gran inversión inicial corresponde un menor consumo energético anual. Por el contrario, con una inversión inicial menor, quizás con la compra de un aparato más antiguo y menos eficiente, se incurrirá en facturas elevadas. Pero hay que decir que seguirá pesando menos en la factura que la cocina de gas. Además, es mucho menos peligrosa, ¡ya que no hay llamas alrededor!