Los peligros están siempre a la vuelta de la esquina, en cualquier lugar y en cualquier momento, y hay que tener mucho, mucho cuidado.
La casa en la que se vive, aunque pueda parecer el lugar más seguro del mundo, en realidad no lo es. La cocina, pues, es el entorno más peligroso que puede existir. Están, por ejemplo, los cuchillos que se utilizan para preparar comidas y cenas. Y, además, hay una enorme cantidad de enchufes que pueden poner en peligro a quienes viven en esa habitación.
Los cortocircuitos, los incendios, pueden estar a la orden del día, sobre todo cuando uno se encuentra con que no hace el necesario mantenimiento periódico del sistema. Pero, por desgracia, hay que decir que existen algunos aparatos que ponen en peligro la «seguridad pública» de quienes viven dentro de la vivienda en la que se encuentran.
Hablamos de los aparatos eléctricos. Sí, se ha entendido bien. No sólo son el centro de atención cuando se trata de ahorrar dinero en la factura de la luz. Además de consumir mucha energía, de hecho, esconden peligros en su interior que pueden llegar a tener consecuencias nefastas.
Y no hay diferencia entre grandes y pequeños. El peligro es siempre enorme. Hay uno, pues, que todo el mundo considera siempre pequeño. Y, sin embargo, es uno de los que más contribuyen a las catástrofes. Es muy pequeño y también se utiliza con mucha frecuencia. Y nunca se puede imaginar de lo que es capaz. Veamos juntos qué aparato es y los problemas que ofrece.
Sí, lo que parece un pequeño y manso aparato que responde a las órdenes en un santiamén, en realidad puede armar un infierno. Por eso, damos tres consejos que pueden cambiar literalmente la vida. Como ya hemos dicho, hay que moverlo para evitar varios problemas, incluso graves.
En primer lugar, al tener la costumbre de guardar la tostadora en una estantería o armario de la cocina, aconsejamos encarecidamente cambiarla de sitio. Sobre todo, si se suele utilizarla en esos lugares. Sí, porque genera mucho calor cuando está en funcionamiento y, además de estropear el lugar donde está guardada, puede provocar un auténtico incendio.
Por supuesto, por la misma razón y para evitar descargas eléctricas, manténgalo lo más lejos posible del agua. Digamos que incluso una distancia de metro y medio estaría más que bien. Por último, hay que tener mucho cuidado con las cortinas y los paños de cocina. Sí, porque si están demasiado cerca, pueden incendiarse. Y el fuego podría propagarse al interior de la cocina. ¡Cuidado!