Contrariamente a lo que podría pensarse, incluso en una relación no monógama deben respetarse ciertas reglas para poder convivir con pleno respeto.
La sociedad cambia con los años y también las costumbres de la gente. Lo mismo ocurre en el ámbito sentimental, ya que ahora hay más apertura a la poligamia que antes. Evidentemente, aún queda mucho camino por recorrer, pero a pesar de todo, hay una serie de aspectos a tener en cuenta en este tipo de amor.
De hecho, la plataforma internacional dedicada a las relaciones no monógamas Ashley Madison realizó una encuesta entre sus usuarios para averiguar cuáles son las formas más compartidas de manejar mejor estas particulares historias. Los resultados arrojaron algo que puede parecer sorprendente a primera vista.
De hecho, la felicidad de quienes deciden tener varias parejas se basa en valores y principios más o menos similares a los de las relaciones clásicas. Por lo tanto, una relación polígama no incluye tener que volverse loco y no preocuparse por los sentimientos de los demás. El 31% afirma que lleva con responsabilidad tanto las relaciones primarias como las secundarias.
Esto demuestra que incluso en un contexto de relación abierta es básico tener sentido común. Por supuesto que para los tradicionalistas puede parecer una tontería, pero para quienes han decidido entregarse a la poligamia, la participación de otras parejas se ve como un valor añadido y no como una resta a la primera a la que se está unido.
El detalle más interesante, sin embargo, es que según el 39% de los usuarios, la pareja principal tiene una especie de derecho de veto sobre las parejas secundarias. Algo inesperado que echa por tierra el mito de que los no monógamos son demasiado liberales y egoístas. Al contrario, tienen una media de 2,9 parejas al año, frente a las 2,5 de los que mantienen una relación en solitario.
La diferencia es que en el caso de los monógamos todo se hace a cara descubierta y se aclara de antemano. En el caso de los monógamos, en cambio, todo queda relegado a la esfera del secreto y esto es mucho más grave, además de más incorrecto. Recapitulando, los elementos esenciales en los que se basa una relación polígama feliz son la honestidad, el respeto mutuo, la comunicación abierta y sin secretos, la confianza en la pareja principal y el hecho de compartir valores comunes.