A veces los trucos para ahorrar electricidad pueden parecer algo extraños, bizarros, como el que queremos contar.
Sí, porque el nombre ya abre el apetito. Te hace pensar en esa tortilla rellena de carne, queso y guindilla. Y parece que no tiene nada que ver con lo que queremos contarte. Sin embargo, es un truco, un remedio que se puede calificar de infalible. Y además es súper rápido y muy fácil de poner en práctica. ¡Se trata de la secadora!
O mejor dicho, se trata de la ropa y las sábanas que salen de la lavadora y que, sobre todo durante el invierno, hay que meter en la secadora para que se sequen en poco tiempo sin desprender olores desagradables. Pero, desgraciadamente, este electrodoméstico, como todos los demás, consume mucha energía y su peso en la factura se nota mucho.
Ahora, pues, se han anunciado nuevas subidas justo para el otoño y el próximo invierno. Y éstas se suman a las ya sufridas. Los ciudadanos españoles están realmente exasperados. Ya no pueden llegar a fin de mes. Afortunadamente, existen fantásticos trucos que les permiten consumir menos energía y ahorrar.
Básicamente, pueden hacer que la economía familiar respire. Y la que queremos contarte en este artículo, de nombre extraño, es realmente impresionante. Piensa que te permitirá decir, incluso, adiós a la secadora en casa. ¿No te lo crees? Pues vamos a verlo juntos porque estamos seguros de que te sorprenderá y, una vez que lo conozcas, ¡nos lo agradecerás y no dejarás de usarlo nunca!
Es algo inesperado. Nadie podría haber imaginado jamás que un burrito podría acudir al rescate de las familias para que sus finanzas pudieran respirar. Y sin embargo, ¡lo hace! Un alimento que ahorra dinero. Por supuesto, este truco no debe tomarse al pie de la letra. Si pusiéramos comida sobre la ropa mojada, la colada volvería a ensuciarse.
Tenemos que partir del concepto del burrito y ampliarlo, combinándolo con la colada y su proceso de secado. Veamos, pues, qué hacer. Como ya hemos dicho, se trata de algo realmente sencillo, rápido y eficaz. Básicamente, hay que coger, por ejemplo, una camiseta recién sacada de la lavadora y colocarla sobre una toalla abierta.
Hecho esto, aquí viene el plato, o más bien su forma. En efecto, es necesario doblar bien la camiseta y enrollar la toalla como un burrito, para que ésta la contenga. De este modo, la toalla absorberá toda el agua de la prenda mojada. Para acelerar el proceso, también se puede optar por escurrir la toalla. El resultado será fantástico y ya no se necesitará la secadora.