Despilfarro de energía en la mayoría de los hogares donde el congelador se coloca a esta temperatura. No sirve para nada, salvo para hacer gastar dinero.
Evitar el despilfarro de energía significa, ante todo, saber utilizar correctamente los electrodomésticos. No nos referimos a un electrodoméstico en particular más que a otro, sino en general a todos los pequeños y grandes electrodomésticos que tenemos en casa.
Cada uno de ellos afecta en mayor o menor medida a nuestra factura de la luz. Aunque parezca mentira, esto es una realidad. Al no saber utilizar los electrodomésticos, se verá cómo la factura se dispara y no podrás echarle la culpa única y exclusivamente a la subida de los precios.
Por eso, en primer lugar, es importante saber elegir los electrodomésticos que debes tener en casa. De nada sirve tener un frigorífico pequeño si luego lo llenas a rebosar. También es cierto que a veces, por ahorrarse unos euros al comprar un producto, uno se condena a una vida de despilfarro.
Pero elegir un electrodoméstico de bajo consumo no basta para ahorrar dinero. A continuación le mostramos por qué.
Aclaremos un poco, tanto el frigorífico como el congelador, para que funcionen correctamente deben ser utilizados siguiendo unas instrucciones muy sencillas, que suelen ser facilitadas por el fabricante en el manual de usuario. Pero en principio existen unas temperaturas correctas a las que ajustar el electrodoméstico.
Utilizar la temperatura correcta significa, ante todo, conservar los alimentos de la mejor manera posible, sin dañarlos y, presumiblemente, sin que sean comestibles. Teniendo esto en cuenta, parece claro que poner el frigorífico a 3 grados y el congelador a -22 no tiene mucho sentido.
Mantener la temperatura del congelador demasiado baja no sólo es inútil, sino también contraproducente. ¿Qué significa esto? Que exagerar con una temperatura demasiado baja significa básicamente un mayor gasto de energía, sin tener ningún efecto positivo en la conservación de los alimentos.
La temperatura correcta a la que hay que poner el congelador es de -18 grados, no más baja. Una temperatura que permita conservar los alimentos sin afectar a la factura de la luz. Misterio desvelado de nuevo.