Meta, adiós a la gratuidad: para usarla hay que pagarla cara | La amarga noticia
De Meta viene el aguijón: dinero para seguir en Facebook e Instagram. ¿Cuánto? Lo suficiente como para preocuparse. Sin embargo, quizá haya una solución…
Wall Street Journal y Reuters coinciden en un punto: Meta está apretando el cinturón y, para resarcirse de los daños sufridos por la nueva normativa sobre privacidad impuesta por la Unión Europea, se está planteando seriamente conceder el uso de las redes sociales –Facebook e Instagram- previo pago de una tasa.
Sin embargo, las convergencias entre el diario económico por excelencia y la agencia de noticias reina de Europa terminan aquí y, en realidad, estos rumores se oyen de fondo desde hace tiempo. Incluso Twitter -antes de convertirse en X– había pensado en ello, pero los resultados de la encuesta, entre los gorriones, no habían sido especialmente reconfortantes. Es probable, sin embargo, que se adapte al Meta-pensamiento, del mismo modo que es probable que TikTok también decida seguir la nueva tendencia.
Como se ha mencionado, el gran problema de Meta es recuperar el dinero perdido gracias a la nueva regulación de la UE, que está orientada a blindar cada vez más la privacidad de los usuarios europeos: esto significa menos datos que «vender» y, en consecuencia, menos ingresos.
Por tanto, al menos para el mercado europeo, esto podría inducir al grupo a pisar el acelerador de las suscripciones para todos los usuarios de Facebook e Instagram. Sin embargo, sería posible evitar el robo social si uno aceptara ceder sus datos personales con fines publicitarios: ésta es, al menos, la indiscreción de la que informa el Wall Street Journal. Según el autorizado diario neoyorquino, la tarifa podría oscilar entre los 14 dólares para acceder a las dos redes sociales desde el teléfono y los 17 dólares para quienes quisieran utilizar en su lugar un PC. Como alternativa, bastaría con ceder los propios datos al grupo.
¿Cantidad mensual fija o variable en función del aparato?
Según Reuters, sin embargo, la cuota sería única y fija: ¡10 euros al mes! Y en caso de que las aplicaciones se adquieran a través de los servicios de Apple y Google -de nuevo las joyitas de Meta-, entonces la tarifa aumentaría a 13 euros, es decir, incluyendo los royalties a pagar a las plataformas de venta.
De momento, sin embargo, se trata de rumores que no han sido confirmados oficialmente, y la iniciativa de Meta podría limitarse únicamente al mercado europeo -una aclaración que, en cualquier caso, nos atañe directamente-, pero la declaración de un portavoz del grupo parece bastante clarificadora: «Meta cree en el valor de los servicios gratuitos apoyados por anuncios personalizados. Sin embargo, seguimos evaluando opciones para garantizar el cumplimiento de los cambiantes requisitos normativos. No tenemos más información que compartir en este momento».
De momento sólo son rumores, pero hay mucho dinero por pagar, demasiado
Traducido, un «estamos en ello» que no augura nada bueno: por un lado, el deseo de ser cada vez más capilares en la difusión a través de medios libres; por otro, el reglamento de la UE que blinda la elaboración de perfiles de usuario basados, precisamente, en los datos personales de cada uno.
Los alérgicos al rastreo, por tanto, quizá tengan que meterse las manos en los bolsillos. Al fin y al cabo, Meta ya está teniendo que pagar a la Comisión de Protección de Datos de Iris (IDPC, la autoridad irlandesa de protección de datos) nada menos que 405 millones de euros por violar la privacidad de los menores y 309 millones por no solicitar el consentimiento para procesar datos personales de los usuarios europeos. A estas sanciones hay que añadir la suma de 1.200 millones de dólares por pasar la información personal de los abonados europeos, sin autorización, al mercado estadounidense. Pero eso no es todo, y la guinda del pastel la pone la normativa europea, la DSA (Digital Services Act), que prohíbe el uso de datos sensibles de los usuarios con fines publicitarios.