En busca de la felicidad, actividades que estimulan de forma natural las hormonas de la felicidad
Hay actividades que contribuyen eficazmente, y de forma bastante natural, a mejorar nuestro buen humor. He aquí estrategias que ayudan a ser felices.
Aunque la felicidad es un objetivo excepcional que marcarse, no existe una fórmula o receta mágica para alcanzarla. Contrariamente a lo que se suele pensar, la felicidad es una condición interior que no está relacionada con situaciones externas. Por lo tanto, incluso en las situaciones más complejas, es posible ser feliz. En este sentido, puede ser útil conocer algunas estrategias de comportamiento que pueden ayudarnos a acercarnos a este objetivo.
Muchas personas creen erróneamente que la clave de la felicidad es tener una casa más grande, ropa de marca o un coche más rápido, pero para ser felices a lo largo del tiempo tenemos que trabajar constante y duramente en nosotros mismos.
La forma correcta de ser feliz es dedicarse a actividades que contribuyan de forma eficaz y natural a aumentar las llamadas hormonas de la felicidad, como la serotonina, la dopamina, etc. Así pues, no nos perdamos en cháchara y vayamos a averiguar qué hacer para ser felices.
Actividades que generan felicidad
Las hormonas de la felicidad son sustancias producidas por nuestro organismo y nos ayudan a sentirnos mejor cuando estamos tristes, equilibrando nuestro bienestar psicofísico. En otras palabras, la serotonina, la dopamina y compañía son antidepresivos naturales. Pero, ¿cómo aumentarlas?
Si bien es cierto que se puede tener una tendencia natural a estar lleno de entusiasmo o melancólico, independientemente del nivel y la cantidad de hormonas, según los expertos también hay actividades que influyen en la sensación de bienestar y serenidad. Sin embargo, los pequeños gestos contribuyen a estimular las hormonas de la felicidad y, por tanto, a hacernos más felices. Un primer paso hacia la felicidad es tener aficiones y pasiones. Está demostrado que realizar una actividad que requiere concentración, pero que al mismo tiempo gratifica, ayuda a bajar la tensión arterial y los niveles de cortisol (hormonas del estrés). Un buen hábito para ser feliz es centrarse en los aspectos positivos del día y ser autocrítico.
Ser generoso con los demás es otro aspecto que no debe subestimarse en la búsqueda de la felicidad, Cuando se ayuda a alguien uno se siente realizado y ello permite entablar relaciones de amistad sinceras que aportan bienestar. Comer bien, por tanto, seguir una dieta saludable también contribuye a mantener altos los niveles de ánimo. Más aún si se combina con ejercicio regular, por supuesto, evitando el estrés más de lo necesario.