Los consejos nunca son suficientes ni por lo que se refiere al ahorro que se puede conseguir ni, mucho menos, por lo que se refiere a la seguridad.
Y nosotros estamos aquí para eso. Muchas veces hemos hablado de trucos y consejos para conseguir un buen ahorro en el uso de los electrodomésticos. Es una forma tan buena como cualquier otra de ayudar a todos los usuarios y a sus familias a conseguir un respiro para sus finanzas en estos tiempos de crisis negra.
Sin embargo, de lo que queremos hablar en este artículo, aunque se refiere a un electrodoméstico muy presente en el hogar, no habla de un comportamiento para combatir la crisis. Más bien, es algo de lo que queremos hablar para mantenerse seguro al utilizarlo. Se trata de la salud y la integridad física.
En pocas palabras, nos preocupa la seguridad de nuestros lectores y la de la vivienda en la que viven y la de los demás inquilinos. El electrodoméstico en cuestión es el horno microondas. Como bien se sabe, durante sus primeros años en nuestro país fue víctima de la marginación. Los españoles prácticamente le temían.
Luego, con el tiempo, empezaron a usarlo, a quererlo y ahora ya no pueden prescindir de él. Sí, porque permite acelerar el tiempo de cocción de los platos, y también recalienta los ya preparados. Es la solución rápida para las comidas de los estresantes días de trabajo. Pero, por desgracia, hay un error que nunca se debe cometer y se refiere a un utensilio omnipresente en todas las cocinas españolas.
Como todos saben, este tipo de horno funciona de una forma totalmente diferente a los hornos tradicionales. Son los campos electromagnéticos los verdaderos protagonistas de su funcionamiento. A pesar de ser algo sensacional, el horno microondas esconde ciertos riesgos en su interior y, muy a menudo, son los propios usuarios los causantes de que se produzcan incluso problemas muy graves.
Uno de esos errores afecta a una herramienta muy utilizada. Se trata de los contenedores. Sí, porque no todos los recipientes pueden utilizarse en su interior. Sólo se pueden introducir los fabricados para la cocción en este tipo concreto de horno. Reconocerlos es muy sencillo: basta con fijarse en la pegatina de la etiqueta.
En caso de utilizar un producto inadecuado, son varios los riesgos a los que se pueden exponer los usuarios. El menor es la deformación del envase. Pero hay que tener cuidado porque éste también puede explotar en el interior del aparato. Y esto tendrá consecuencias nefastas. Una de ellas es el incendio del horno microondas, que puede extenderse a toda la cocina. ¡Hay que tener mucho cuidado!