Tener hormigueo en las piernas le puede pasar a cualquiera, pero a veces puede ser una señal de alarma que no hay que subestimar. Aquí es cuando es necesario tomar medidas correctoras.
¿Quién no ha tenido alguna vez la desagradable sensación de hormigueo en las piernas? Es algo que puede ocurrir, pero en algunos casos es mejor no subestimarlo.
De hecho, el hormigueo en las piernas puede ser la señal de alarma de un problema más grave, sobre todo si se produce con frecuencia y va asociado a otro tipo de molestias y ardores.
Tener con frecuencia dolor, falta de respuesta y hormigueo en las piernas puede ser, por ejemplo, un signo de enfermedad arterial periférica. Se trata de una afección que surge cuando las arterias, parcial o totalmente obstruidas, son incapaces de suministrar sangre a los órganos internos. En otras palabras, la sensación de hormigueo en las piernas puede ocultar un trastorno cardiovascular, que puede ser consecuencia de la acumulación de grasa o de la diabetes. Pero el hormigueo también puede depender de otras patologías, aquí están.
Hay muchas personas que de vez en cuando sienten hormigueo en las piernas. Se trata sin duda de una sensación desagradable, pero su causa no suele ser motivo de preocupación. A veces, sin embargo, el hormigueo en las piernas puede ser un signo de una afección más grave. Como hemos visto anteriormente, el hormigueo puede ser síntoma de un trastorno cardiovascular, pero no sólo eso. Detrás del hormigueo en las piernas también pueden esconderse neuropatías periféricas, es decir, alteraciones vasomotoras y, por tanto, atrofia muscular.
El hormigueo también puede ser un síntoma relacionado con la presencia de hernias discales o inflamaciones del nervio ciático. En casos más graves, el hormigueo en las piernas puede estar asociado a patologías como la esclerosis múltiple, la mielitis, el ictus, la embolia, la anemia sideropénica y las carencias de vitamina B, especialmente las infecciones hepáticas.
En resumen, el hormigueo en las piernas, sobre todo si es frecuente y se asocia a otras molestias, no debe subestimarse. Sobre todo cuando la sensación de entumecimiento dura más de 5 o 10 minutos y se asocia a otros síntomas, incluso aparentemente triviales, lo mejor es consultar a tiempo a un especialista para que compruebe si existe una posible patología subyacente. En muchos casos, el diagnóstico diferencial es esencial para evitar peligros graves para nuestra salud. En tales casos, puede ser útil investigar más a fondo con análisis de sangre o exámenes específicos a discreción del médico tratante.