El horno es una valiosa ayuda en los hogares de todas las familias, ya que permite cocinar sin estrés y ahorrar tiempo.
Y, además, la comida que sale es más sana que la cocinada mediante el proceso de fritura. Debes saber, sin embargo, que muy a menudo se cometen errores absurdos que atentan tanto contra la calidad de la comida como contra lo que es el objetivo principal en estos tiempos de crisis económica y social. Hablamos, por supuesto, del ahorro.
Es bien sabido que estos aparatos consumen mucha, mucha energía y tienen un peso enorme en la factura. Pero ciertos comportamientos hacen que el consumo de energía aumente de forma desproporcionada. Y, además, se necesita mucho tiempo para cocinar los alimentos en su interior. Y hay varios errores. Uno sobre todo se refiere a la temperatura.
Hay muchos que piensan que hay que poner la temperatura al máximo, pero esto es completamente erróneo. Pero empecemos por el principio. Lo primero en lo que no hay que equivocarse es en la sartén en la que se van a cocinar los alimentos. Sí, porque la buena cocina empieza aquí. La sartén adecuada ahorra tiempo, dinero y comida suculenta en menos tiempo.
Cuando haya que preparar carne, pasta al horno o algo similar, es mejor elegir otras sartenes, de fondo grueso y, sobre todo, de acero inoxidable o Pyrex, aunque también de cerámica. Si, por el contrario, hay que hornear productos con levadura o galletas, lo mejor es una sartén poco profunda y con el fondo muy, muy fino. ¿Y la temperatura? Bueno, hay algunos trucos que puedes poner en práctica para evitar cometer errores e incidentes desagradables.
Lo primero que no se debe hacer cuando se cocinan alimentos dentro de hornos es abrir la puerta continuamente. Sí, porque este comportamiento provocará un descenso de la temperatura y el horno tendrá que trabajar más para volver a la temperatura programada. Esto alargará los tiempos de cocción y aumentará desproporcionadamente el consumo de energía.
Cuando se vayan a cocinar platos como carne o pescado, lo ideal es forrar la sartén con papel de aluminio. El contenido quedará blando, jugoso y se cocinará antes, reduciendo el consumo. Además, le recomendamos apagar el horno veinte minutos antes del tiempo de cocción previsto. Consumirás menos y los alimentos seguirán cocinándose.
Sí, pero ¿la temperatura? Pues bien, nuestro consejo es activar la función ventilada del horno, ya que así se podrá fijar una temperatura más baja, de unos 20º, y se podrá cocinar de forma más uniforme y rápida. Esto tendrá un doble resultado: alimentos mejor cocinados, en menos tiempo y ¡menos consumo de energía!