Hervidor eléctrico, ya no se tiene que utilizar: hay un método rápido y mucho más barato I Lo explica el ingeniero
¿Cómo utilizar correctamente el hervidor eléctrico? He aquí una serie de pequeños trucos de uso ad hoc.
La energía, el nombre basta para evocar santos temores, reminiscencias de un verano-otoño 2022 dominado por facturas tan altas que rozaban lo imposible, con subidas insostenibles. ¿Un recuerdo lejano? Sólo hasta cierto punto. El fracaso de la ofensiva ucraniana que sigue alargándose, la especulación energética que no cesa y, en fin, la delicada situación económica presentan a las familias un otoño duro, durísimo. Habrá que volver a encender calderas y radiadores, habrá que volver a poner en marcha los sistemas de calefacción, lo que provocará un aumento de las facturas, incluso en tiempos normales. ¿Qué ocurrirá? Los actuales vientos de recesión en Europa no auguran un futuro «fácil», sino todo lo contrario.
Si, por supuesto, poco se puede hacer en el frente de las ayudas estatal. Sin embargo, es cierto que, a nuestra pequeña manera, podemos intentar limitar, eludir, «cortar» el despilfarro. Con la conciencia, eso sí, de estar a merced de las compañías energéticas.
En el contexto del ahorro en la compra, uno de los electrodomésticos más utilizados es el «hervidor eléctrico«, que ayuda a preparar rápidamente y bien muchos platos caseros. Desde agua para la pasta, hasta té para el desayuno, o infusiones por la noche, pasando por muchísimos platos posibles. Hay tantas preparaciones posibles, pero detrás de todo ello hay un trasfondo oscuro, un elemento oculto.
Es, por supuesto, el coste; el hervidor eléctrico no utiliza gas, es cierto, pero consume cantidades considerables de electricidad, realmente grandes «trozos» de la red. Se plantea entonces la cuestión, bastante urgente, de cómo reducir este consumo, cómo reducirlo drásticamente. Un ingeniero británico habló precisamente de este tema en las páginas de The Express.
¿Cómo ahorrar dinero con el hervidor eléctrico? Algunas soluciones posibles
Por supuesto, lo primero que hay que tener en cuenta es que un hervidor eléctrico es considerablemente más barato que cualquier otro electrodoméstico; no consume gas, es rápido, es eficaz. Evitar tener que utilizar la cocina es, en sí mismo, una garantía de ahorro.
Sin embargo, es un uso que, no hace falta decirlo, puede mejorarse. El primer consejo, por supuesto, es mantener el hervidor con la tapa bien cerrada para facilitar el calentamiento del agua. Menos, tiempo, menos energía desperdiciada, menos dinero en la factura; un razonamiento tan sencillo como eficaz.
Otro remedio igual de sencillo es aprovechar el calor residual; no hace falta calentar el agua del todo, una vez que empiece a hervir ya se puede cerrar el hervidor. El calor acumulado hará el resto, sin necesidad de alimentar continuamente el hervidor eléctrico.