Mucha gente se pregunta cuál es el secreto de las parejas felices, y hay estudios científicos sobre si se debe a diferencias o similitudes.
Elegir la pareja es un paso importante en la vida de todo individuo. Muchas personas se preguntan si es mejor buscar a una persona que tenga las mismas características o todo lo contrario. Las opiniones son muchas y no siempre coinciden, pero ¿existe una respuesta universal a esta pregunta?
En realidad, hay que decir que no existe una respuesta única a esta pregunta; son muchos los factores que influyen en la elección de pareja y en el éxito de una pareja feliz. Pero hay algunos secretos que pueden ayudarle a elegir a la persona adecuada para completar su vida.
Uno de los primeros aspectos que influyen en la elección de una pareja es la atracción física. A menudo nos sentimos atraídos por personas que consideramos bellas o fascinantes. Esto no quiere decir que el parecido físico y la apariencia sean cruciales para la felicidad de una pareja, pero no hay duda de que el ojo quiere su parte. La primera impresión desempeña un papel importante a la hora de establecer una relación.
Además, no hay que pasar por alto la importancia de las rutinas diarias y los antecedentes sociales, que a menudo influyen en el éxito de una pareja y en su relación con sus familias. Tener un estilo de vida similar puede facilitar la convivencia y compartir la vida cotidiana. Si dos personas tienen los mismos intereses, hábitos y, sobre todo, la misma perspectiva, será más fácil encontrar puntos en común y una complicidad duradera.
Sin embargo, ser diferente puede tener sus ventajas. Las diferencias pueden dar un toque fresco y estimulante a una relación. Dos personas con intereses, pasiones o antecedentes culturales diferentes pueden aprender la una de la otra y enriquecerse mutuamente. Tentarse mutuamente a probar cosas nuevas y enriquecer los propios conocimientos y experiencias es agradable para quienes son muy activos y curiosos.
Además, hay que tener en cuenta que con la edad las prioridades y necesidades suelen cambiar a la hora de elegir pareja. Mientras que en nuestra juventud podemos sentirnos atraídos por personas que no son como nosotros y tienen intereses diferentes, a medida que envejecemos, puede surgir la importancia de características como la compatibilidad emocional, la madurez y la capacidad de hacer concesiones. A medida que crecemos, las diferencias pueden percibirse como una fuente de conflicto o de enriquecimiento, dependiendo de nuestra madurez mental y de nuestra capacidad para manejar los malentendidos.
Por eso es difícil dar una clave precisa y estable sobre la elección de la pareja ideal para formar una pareja perfecta y duradera, son elecciones muy personales que además varían en función de las propias experiencias. Por eso, quizá sea aconsejable seguir el instinto y dejarse llevar por los sentimientos, pero siempre con los pies bien puestos en el suelo.