Uno de los electrodomésticos que, con el paso del tiempo, ha adquirido una importancia fundamental en las tareas domésticas es el lavavajillas.
Y ha llegado a serlo porque ahorra tiempo a la hora de lavar platos, cubiertos, vasos, ollas y sartenes. También permite desperdiciar menos agua. Es algo realmente fantástico. El único inconveniente es su consumo y, sobre todo en los tiempos que corren, es un verdadero enemigo en la factura. Por supuesto, hay trucos que se pueden poner en práctica.
Y con ellos también se consigue un ahorro importante. Pero de lo que queremos hablar en este artículo va más allá de las facturas, del dinero, de la subida de precios. Por supuesto, es innegable la importancia de hablar de ello en estos tiempos de crisis económica, social y energética. Pero igual de importante es conocer el aparato y los trucos que ayudan a utilizarlo de la mejor manera posible.
Sí, porque aunque su uso es frecuente y masivo, este electrodoméstico aún presenta algunas incógnitas. Una de ellas tiene que ver con los vasos y su lavado. De hecho, muy a menudo, cuando se lavan, al final del ciclo siempre se notan algunas marcas en su superficie. Y esto pone nerviosos, y no poco, a los usuarios.
Sí, porque a pesar de todo el lavado y la energía consumida, que se refleja en sus facturas, no ven resultados perfectos. No ven los cristales limpios y brillantes. ¡Tenemos un pequeño truco para ti! Es el mejor truco que existe. Una vez que lo conozcas, no lo dejarás nunca. Veamos, juntos, de qué se trata.
Desgraciadamente, hay que decir que ocurre mucho más a menudo de lo que se piensa. Sí, porque esa molesta pátina que se crea se debe al agua que entra en casa. Ésta, en la mayoría de los casos, es muy rica en cal. Y es esta última la principal responsable de los halos en los cristales. Es lo que no permite tener unos vasos brillantes y relucientes.
Pero no tenemos uno, sino dos trucos realmente formidables. El primero consiste en utilizar un paño de microfibra. Sí, has entendido bien, pero debe estar completamente seco. Debe colocarse dentro del lavavajillas al final del ciclo de lavado. Debe permanecer allí durante al menos 20 minutos.
De esta forma, toda la humedad del interior del electrodoméstico será captada por el paño en cuestión y las gotas no caerán sobre las copas y dejarán halos. El segundo truco consiste en utilizar ácido cítrico en lugar de abrillantador. Es fácil de recuperar, barato y un excelente antical.