Horno eléctrico, el método natural más eficaz para eliminar las manchas I No: no es ni vinagre ni bicarbonato de sodio
¿Cómo limpiar el horno, especialmente uno eléctrico? Existen varias soluciones que pueden ‘disolver’ fácilmente las incrustaciones más rebeldes y desagradables. Veamos juntos algunos remedios ‘caseros’.
Un horno sucio puede no parecer un problema grave, pero con el pasar del tiempo la grasa y los restos de comida presentes generan un olor que no es nada agradable, sino que es definitivamente molesto. Aparte de los problemas relacionados con la higiene y la proliferación de bacterias.
En general, cuando hablamos de limpieza de hornos, especialmente en el caso de los hornos eléctricos, nos referimos a las rejillas sobre las que colocamos el plato de comida; la pizza, el asado con patatas, la tarta de la abuela, etcétera. Esas rejillas a las que prestamos poca atención son, la mayoría de las veces, receptáculos de suciedad.
¿Cómo limpiarlas, entonces? Normalmente, las rejillas del horno deben limpiarse una o dos veces al año, dependiendo de la frecuencia de uso del horno. Normalmente, en estos casos, se utilizan sustancias especiales, que se pueden encontrar en tiendas especializadas y comercios de alimentación.
Sin embargo, existen alternativas naturales menos perjudiciales para el medio ambiente, menos tóxicas para el ser humano y, sobre todo, más baratas. Veamos un ejemplo extraído de una columna del Express, el conocido tabloide británico. Hay que tener en cuenta, a este respecto, cómo los productos ingleses a menudo difieren de los españoles; sin embargo, los principios siguen siendo idénticos, el limón sigue siendo limón, el detergente en escamas el detergente de siempre, etcétera. Cambia la marca, pero no el contenido.
¿Cómo limpiar el horno ‘al natural’? Los trucos que poca gente conoce
El primer consejo que se da, en estas ocasiones y sin ninguna pretensión de cientificidad o resultados «seguros», es sumergir la rejilla en agua caliente con cristales de sosa y dejarla «en remojo» unos días. Después, basta con pasar un paño por la rejilla y aclararla.
Otra solución popular es utilizar zumo de limón y agua hirviendo para limpiar incluso las incrustaciones más rebeldes. Otros recomiendan detergente en polvo disuelto en agua hirviendo; todo ello se vierte sobre las rejillas, que se dejan en remojo durante un par de horas.
¿No son suficientes consejos? Si las rejillas no son demasiado grandes y no se corre el riesgo de dañar el lavavajillas, también hay quien recomienda introducir las rejillas en el aparato e iniciar un ciclo de lavado con agua caliente.