¿El secreto para ser feliz después de los 65? Es más sencillo de lo que se cree
Según un estudio realizado en 16 países diferentes, hay un aspecto concreto que genera un mayor grado de satisfacción en la propia vida después de los 60 años.
La proximidad de la vejez es algo que muchas personas viven con ansiedad e inseguridad. Dejar de tener trabajo o hijos de los que ocuparse y, en general, tener los días marcados de una determinada manera puede llevar, con razón, a la autocomplacencia, pero afortunadamente existen remedios para evitar que el paso de los años repercuta negativamente en el estado de ánimo.
De hecho, un reciente estudio publicado en la revista Nature Medicine en el que han participado más de 90.000 individuos de Europa, Japón, China y Estados Unidos ha sacado a la luz un aspecto que puede ayudar a tener nuevos estímulos cuando se alcanzan los 60-65 años.
Por qué cultivar una afición hace que los días sean más interesantes después de los 65 años
El secreto está en tener una afición, y no importa cuál sea, puede ser decisiva para mantener a raya los síntomas depresivos y ser feliz. Algunas de las más comunes son apuntarse a un club de lectura, a una clase de baile, hacer voluntariado, trabajar en el jardín, ver los partidos de tu equipo favorito, viajar, tocar un instrumento, escribir poesía y muchas más.
En la práctica, las actividades de ocio favoritas protegen a los mayores del deterioro mental y fomentan el bienestar, como demuestra Karen Mark, investigadora principal de epidemiología y estadística del University College de Londres y autora principal de este minucioso e interesante estudio.
Naturalmente, los porcentajes de personas mayores que tienen aficiones difieren de un país a otro. Por ejemplo, en España, el 51% de los participantes confesó tener una afición, mientras que en Suecia el porcentaje llega al 95,8% y en Dinamarca al 96%. La cifra más baja se registra en China, donde sólo el 37,6% de los participantes practica su afición favorita.
Y es aquí donde surge otro aspecto bastante significativo. Las personas que realizaban una actividad preferida eran principalmente las que vivían en países con una mejor esperanza de vida y mayores niveles de felicidad nacional. Sin embargo, existe una limitación inherente a este estudio, que se basó únicamente en la observación. No se demostró ninguna relación causal entre tener una afición y la reducción de los síntomas depresivos. Por lo tanto, es necesaria una mayor confirmación antes de que podamos estar seguros de esta correlación, pero ésta es sin duda una buena base de la que partir.