La miel es uno de los alimentos favoritos de grandes y pequeños, pero ¿conocemos realmente todos los beneficios que aporta a nuestra salud? Averigüémoslo a continuación.
La miel es un alimento muy popular y muy utilizado en la cocina, no sólo por su delicioso sabor, sino también por sus increíbles propiedades beneficiosas. Es excelente para empezar el día, resulta muy útil para los deportistas y es una buena alternativa al azúcar blanco para los niños.
Al fin y al cabo, la miel es rica en nutrientes y principios activos que favorecen el bienestar de nuestra salud. En concreto, se compone de agua, azúcares como la fructosa, la glucosa y la maltosa, pero también de vitaminas y enzimas como la diastasa y la invertasa. Además, contiene sales minerales como calcio, potasio, sodio, magnesio y sulfatos, así como numerosos pigmentos, ácidos orgánicos, taninos y otras sustancias aromáticas beneficiosas para el organismo humano.
Este alimento es conocido, sobre todo, por su eficacia en casos de gripe, debilitamiento y problemas respiratorios como tos y resfriados, pero como es fácil adivinar, tiene muchas otras propiedades que pueden beneficiar a nuestro organismo. Descubramos todas las sorprendentes propiedades beneficiosas de la miel.
Existen numerosos tipos de miel, con diferentes sabores y colores, pero todas ricas en propiedades beneficiosas para nuestro organismo.
Para empezar, la miel es un potente antioxidante, capaz de ralentizar el proceso de envejecimiento del organismo. También es muy eficaz como antibacteriano, ya que inhibe casi 60 especies de bacterias. Además, es muy utilizada como antiinflamatorio natural y tiene un efecto emoliente y descongestionante. ¿No es suficiente? Bueno, entonces podemos añadir que varios estudios han demostrado que la miel no sólo es útil contra la faringitis, sino que también es un excelente agente antiestrés y tiene una potente acción limpiadora del estómago y los intestinos. En el campo de la cosmética, la miel se utiliza mucho para dar luminosidad al cabello y eliminar las impurezas de la piel.
En resumen, un verdadero superalimento, capaz de aportar a nuestro organismo numerosos beneficios terapéuticos y nutricionales. Sin embargo, siempre conviene no exagerar con las cantidades, tal vez siguiendo el consejo de su médico o de un experto en nutrición. Además, es bueno tener en cuenta que la miel es un producto hipercalórico, por lo que su consumo debe ser evitado por quienes padecen diabetes y por las personas obesas o con sobrepeso. No se recomienda su uso, ni siquiera en niños menores de un año, debido al riesgo de infección por toxina botulínica.