¿Qué dieta seguía Vlad? El personaje histórico detrás del vampiro Drácula (probablemente) era vegano. Averigüemos por qué.
¿De qué se alimentaba Drácula? De sangre, por supuesto. ¿Pero el Drácula real, el «padre» de Valaquia, el protector de Transilvania frente a las hordas turcas? La respuesta puede parecer paradójica, pero según las últimas noticias científicas, Drácula era vegano.
Se trata de una noticia ciertamente desconcertante, porque Vlad -héroe nacional para los transilvanos y los húngaros, «monstruo» para Turquía, heredero del Imperio Otomano- siempre ha estado asociado a visiones sangrientas, francamente sangrientas; al fin y al cabo, su pasatiempo favorito era empalar a sus enemigos. Vlad el Empalador, de hecho. Un psicópata moderno o, para ser más generosos, un general que conocía muy bien el arma del terror.
Recordemos brevemente que, para aterrorizar a las hordas musulmanas que amenazaban los Balcanes, Vlad empalaba a sus enemigos en estacas de madera, que a veces se contaban por centenares. Bosques de estacas «vivas», con enemigos aún vivos, aún moribundos; una estrategia de terror capaz de devastar el alma del sultán y de sus lacayos.
El nuevo descubrimiento científico se basaba en unas cartas manuscritas, de hace cinco siglos, que contenían restos de sangre del príncipe. De hecho, los análisis de cantidades microscópicas de la hemoglobina del príncipe arrojaron revelaciones sorprendentes.
El equipo extrajo sangre, sudor y huellas dactilares de las cartas manuscritas de Vlad y analizó los resultados exactamente 125 años después de la publicación del emblemático Drácula de Bram Stoker. Especialmente útil fue una carta fechada el 4 de agosto de 1475, escrita por un hombre que se describía a sí mismo como el «príncipe de las regiones transalpinas». Es decir, de Transilvania. Firmada, inequívocamente, con su nombre: Vlad Drácula.
Los expertos descubrieron que los restos de sudor y sangre de Vlad no contenían absolutamente ninguna proteína animal, lo cual es bastante inusual. De hecho, las proteínas halladas en los análisis procedían únicamente de alimentos, de plantas. No es necesariamente el caso de que Vlad fuera vegano por… elección. Transilvania era una región muy pobre, no había explotaciones ganaderas y el hambre estaba a la orden del día. La carne, en la época y el lugar donde vivió Vlad, era cualquier cosa menos común.
«En el siglo XV, Europa tenía un clima muy frío… y había muy poca comida», comenta para The Times Gleb Zilberstein, coautor del estudio.
Vegano sí, pero no por elección, he aquí la verdad sobre Vlad.