¿Cómo evitar que se desmagnetice la querida tarjeta de cajero automático o de crédito de cualquier tipo? Hay que prestar atención a los siguientes puntos. Descubrámoslos juntos.
Hay que hacer un pago urgente, se va a la máquina expendedora, se introduce la tarjeta y sale el fatídico mensaje, quizá acompañado del siseo de una voz automatizada: cajero desmagnetizado. O cajero que no funciona. O cajero no reconocido. Y empieza el drama: hay que ir al banco o a Correos, discutir con el servicio técnico para conseguir un recambio. Y mientras tanto, sin dinero, sin posibilidad de pagar nada.
Entonces, ¿cómo se puede evitar tener un cajero desmagnetizado? Desde luego, las soluciones no son muchas, ni especialmente numerosas. Hay que tener cuidado con ciertos objetos, ciertas situaciones que podrían dañar la preciada tarjeta de crédito. Por supuesto, si se quiere una seguridad absoluta, no hay ninguna; nunca habrá un seguro total contra el mal funcionamiento de una tarjeta de crédito, es una de las (muchas) eventualidades que pueden ocurrir.
La primera solución -bastante obvia, pero hay que insistir en ella- es guardar la tarjeta de crédito dentro de una funda especial que proteja la banda magnética de la tarjeta. Mejor aún si también hay protecciones similares en la cartera.
Esto también protegerá de ser despojado de sus sustancias cuando alguna persona malintencionada intente aprovecharse de la funcionalidad contactless, por ejemplo, cuando se encuentre entre una multitud. Se puede pensar en trenes, estadios, centros comerciales; todas las eventualidades en las que el más mínimo contacto es suficiente para que el contactless de uno sea utilizado con fines maliciosos.
Aunque el contacto es inevitable -de vez en cuando-, siempre es buena idea mantener separadas las carteras con cajeros automáticos y los móviles y las llaves; de hecho, los objetos metálicos o electrónicos pueden afectar a la tarjeta de crédito, dañando su banda. En particular, los móviles y los televisores han sido acusados a menudo de causar muchas desmagnetizaciones.
Por supuesto, la banda también podría dañarse por un uso excesivo, sobre todo si uno no utiliza la sin contacto, sino que de vez en cuando desliza la tarjeta en el lector. Por otro lado, ocurre que muchas de las tarjetas más nuevas están fabricadas con materiales de mala calidad, que suelen ser propensos a estropearse con mucha facilidad.
En estos casos, antes de caer en la desesperación, lo mejor es limpiar la tarjeta con un pañuelo seco, con cuidado de no dañarla más. En resumen, sea delicado. Además, también puede haber problemas con la ventanilla en cuestión; esto ocurre, por ejemplo, con las máquinas del servicio postal, que a menudo están defectuosas o funcionan mal.