Gestionar las finanzas personales: una regla que puede ayudar para utilizar mejor el dinero.
Gestionar el patrimonio financiero nunca es una cuestión sencilla, ya se trate de organizar grandes sumas o simplemente de administrar el sueldo del mes en curso. De hecho, muchas personas intentan organizarse de forma lógica, tratando de distribuir su dinero de tal manera que siempre sepan que podrán cubrir en primer lugar las cuotas obligatorias de cualquier préstamo o el pago de facturas, sin contar las sumas necesarias para la vida diaria, y dejar un cupo para emergencias repentinas y algo para el ocio.
Muchos siguen el consejo de la senadora estadounidense Elizabeth Warren, que propuso hace algún tiempo la llamada regla 50-30-20. Se trata de dividir las finanzas de uno de tal forma que el 50% se destine a gastos importantes y necesarios, el 30% a gastos personales o de lujo y el 20% restante al ahorro. Sin embargo, este planteamiento ha resultado a menudo incómodo para quienes ya perciben un salario muy bajo, lo que complica tal división.
Por ello, se ha ideado un enfoque más creativo, la llamada regla 70-20-10, que propone un planteamiento más flexible e incluso personalizable. Pero, ¿en qué consiste?
La fórmula alternativa a la propuesta por el senador Warren prevé, por tanto, un reparto diferente de los porcentajes de ingresos. Así se pretende dividir los gastos:
Teniendo en cuenta que cada persona tiene gastos y objetivos diferentes, esta regla puede personalizarse creando categorías ad hoc. Lo importante, sin embargo, es mantener una organización constante y cuidadosa.