Entre la nieve y el hielo del Yukón, un hallazgo único ha fascinado a historiadores y científicos por igual. Descubramos juntos de qué se trata.
La Edad de Hielo, después de los dinosaurios, es el periodo histórico que más fascina a la gente corriente; junto al Tiranosaurio Rex, inmortalizado por la saga de Spielberg, todo el mundo conoce los mamuts y los tigres dientes de sable. Es un elemento arquetípico, un topos utilizado por novelas, cómics y películas para que el lector o espectador se dé cuenta de que sí, de que eso es la Edad de Hielo.
Por eso tiene un interés excepcional lo que ha encontrado un grupo de paleontólogos en el Yukón, en lo más profundo de Canadá, en una zona muy conocida por los yacimientos de oro desde el siglo XIX. El grupo encontró los restos de un animal muy peculiar a poca distancia de la «famosa» Dawson City. ¿De qué animal se trataba?
Pues bien, el equipo descubrió una ardilla de la Edad de Hielo completamente momificada. El animal parece haber vivido en la Tierra hace 30.000 años; y el hielo lo ha conservado intacto. Un hallazgo único.
La ardilla ya se había descubierto hace algún tiempo, pero su hallazgo se había mantenido en secreto porque será uno de los «platos fuertes» de una gran exposición internacional sobre la Edad de Hielo en el Centro Interpretativo de Beringia del Yukón, en Whitehorse. Una exposición que sin duda promete ser extraordinaria.
El animal parece como si hubiera muerto durante su hibernación invernal, un auténtico montón de pelo y piel. Mirando más de cerca es posible discernir pequeños elementos como garras, cola y orejas. La especie es la de la ardilla de tierra ártica, que sigue existiendo en la actualidad; suele cavar sus nidos en las profundidades de la tierra.
La ardilla fue descubierta por un minero en 2018, durante unas actividades de excavación en busca del tan codiciado oro. No es el único hallazgo de este tipo; también recordamos el descubrimiento de un cachorro de lobo y una cría de mamut hace unos años. Maravillas del hielo, podríamos decir.
Las ardillas son de las pocas especies que sobrevivieron a la Edad de Hielo; adiós mamuts, adiós tigres dientes de sable, adiós osos de las cavernas… y, sin embargo, la cría de ardilla ha sobrevivido, llegando hasta nuestros días. El ejemplar en cuestión era muy joven en el momento de su muerte; quizá apenas tenía un año. A diferencia de otros ejemplares, sólo conserva los huesos, visibles en las radiografías.