A veces, la depresión puede entrar en una relación de pareja y comprometer su bienestar. Pero, ¿cómo saber si su pareja sufre un síndrome depresivo? He aquí los signos inequívocos.
En el transcurso de una relación, puede ocurrir que uno se enfrente a la depresión de un ser querido y, con ello, al deterioro del bienestar de la pareja. Según la OMS, alrededor de 300 millones de personas en el mundo sufren depresión, lo que significa que hay millones de personas que viven al lado de una pareja que padece un síndrome depresivo.
Una situación nada sencilla, que no todos consiguen manejar correctamente, comprometiendo inevitablemente la relación. Al fin y al cabo, vivir al lado de una persona que sufre depresión pone en marcha una serie de emociones confusas y agotadoras que impiden una relación sana y amorosa.
Precisamente por eso es importante prestar atención a ciertas señales que permiten entender si su pareja sufre depresión.
Vivir con una pareja deprimida puede hacernos sentir rabia, una sensación de inadecuación y hacernos pensar que estamos inmersos en una relación tóxica. Por eso es mejor conocer las señales de alarma a las que debemos estar atentos si creemos que nuestra pareja sufre depresión.
En la pareja deprimida, suelen prevalecer determinados tipos de comportamiento y síntomas:
Ante este comportamiento, uno puede sentirse frustrado y enfadado, emociones que no hacen más que desgastar a la pareja. Pero entonces, ¿cómo afrontar esta situación? ¿Cómo ayudar a la pareja que sufre el síndrome depresivo? Según los expertos, para ser útil, es importante comprender la situación que vive la otra mitad. Además de observarla, podemos intentar hablar con sinceridad, ¡recordando que quien sufre depresión necesita sentirse comprendido y no juzgado! Sin embargo, salir de este trastorno puede ser muy agotador y a menudo requiere algo más que buena voluntad. Por eso, una buena medida puede ser buscar la ayuda de un especialista. El asesoramiento de un psicoterapeuta puede ser el camino a seguir para apoyar a la pareja en los momentos más oscuros.