Si la suela de la plancha está dañada, o incluso quemada, existen métodos naturales muy eficaces para recuperarla sin gastar dinero extra.
La suela de una plancha es la parte plana y calentable del aparato que entra en contacto directo con los tejidos durante el proceso de planchado. Es uno de los componentes clave de la plancha y desempeña un papel crucial en la eliminación de pliegues y arrugas de la ropa y los tejidos.
Las placas de la plancha están hechas de diversos materiales, como acero inoxidable, aluminio y cerámica. Cada material tiene sus propias propiedades de calentamiento y deslizamiento. Muchas planchas modernas tienen placas con revestimientos antiadherentes. Estos revestimientos reducen la fricción entre la suela y el tejido, permitiendo que la plancha se deslice con facilidad y evitando el riesgo de manchas y quemaduras.
Recuperar una suela de plancha quemada puede parecer todo un reto, pero existen algunos remedios naturales que puedes probar antes de decidirte a sustituir el electrodoméstico por completo. He aquí algunas estrategias a tener en cuenta para recuperar la suela de su plancha.
Vinagre blanco y bicarbonato sódico: este método puede ayudar a eliminar manchas y residuos quemados de la placa. Mezcle una parte de vinagre blanco con una parte de bicarbonato sódico hasta obtener una pasta. Aplique suavemente esta pasta sobre la placa enfriada y límpiela con un paño suave. Aclare a fondo y seque bien.
Sal y limón: Otro remedio natural consiste en mezclar sal y zumo de limón para crear una pasta abrasiva. Esta pasta se puede aplicar sobre la placa quemada y frotar suavemente. Una vez terminado, aclare y seque con cuidado; patatas crudas: corte una patata por la mitad y frótela sobre la superficie enfriada de la placa. El almidón que contiene la patata puede ayudar a absorber los residuos quemados. Después de frotar, limpie la placa de cocción con un paño húmedo y séquela bien.
Aceite esencial de árbol de té: añade unas gotas de aceite esencial de árbol de té a una mezcla de agua caliente y vinagre blanco. Moja un paño en la mezcla y frótalo sobre la superficie quemada. Esto puede ayudar a aflojar los residuos; vapor y sal: llena el depósito de la plancha con agua y añade unas pizcas de sal. Deja que la plancha alcance una temperatura alta y empieza a vaporizar. A continuación, limpie la zona quemada con un paño limpio para eliminar los residuos sueltos.
Antes de iniciar cualquier método, hay que asegurarse de que la plancha esté completamente fría para evitar lesiones. Además, pruebe cada remedio en una pequeña zona oculta de la suela para ver si causa daños o decoloraciones.