Hablar de calefacción en verano puede parecer una locura, pero hay cosas que conviene saber antes de que sea demasiado tarde.
Sí, a pesar de que las temperaturas siguen siendo muy cálidas y los días largos, nos dirigimos, a pasos agigantados, hacia el otoño y, por tanto, también hacia el invierno. Y en esta estación, son muchas las personas que necesitan calentarse dentro de sus casas. Pero, por desgracia, tras un periodo de descenso, los costes energéticos vuelven a subir y volverán a hacerlo.
Así, se repite el mismo problema que el año pasado. Es decir, las facturas se dispararán y habrá que buscar formas de ahorrar. Hay distintas formas de calentarse en invierno. Hay quien usa chimeneas, quien usa biochimeneas de agua y quien usa estufas de pellets, cuyo uso se está popularizando mucho.
Y también están los aires acondicionados y las bombas de calor. Sin embargo, a pesar de la compleja variedad de soluciones, siguen dominando los radiadores y, por supuesto, las calderas. Esto puede dar lugar a facturas de gas realmente aterradoras. Por este motivo, nos gustaría desvelarle un truco realmente muy sencillo y rápido de poner en práctica.
Se trata de un botón de la caldera. Mucha gente desconoce su presencia y, por supuesto, su utilidad. Básicamente, le ahorrará un dineral en la factura de la luz. Y en estos tiempos de crisis, hasta un céntimo de ahorro resulta importante. Veamos juntos de qué se trata. Será un cambio realmente positivo.
Hay muchos consejos sobre cómo ahorrar dinero con los radiadores. Por ejemplo, hay quien afirma que mantener los radiadores encendidos a baja temperatura durante más tiempo ahorrará dinero. Pero esto no es cierto en absoluto, ya que una vez apagados, la casa estará fría porque las paredes no se han calentado.
¿La consecuencia? Volver a encenderlos y a plena potencia. Aquí, sin embargo, viene al rescate de los usuarios lo que es un botón del que no se habla con propiedad. Estamos hablando del termostato. Sí, gracias a él se podrá regular la temperatura del interior del hogar y, por supuesto, se beneficiará de ello en las facturas.
Básicamente, el termostato permitirá tener una casa totalmente caldeada. En cuanto el termostato alcance la temperatura fijada por usted, el sistema se detendrá. Y sólo volverá a funcionar cuando la temperatura interior descienda por debajo del umbral que se haya decidido. De este modo, los radiadores no estarán funcionando todo el tiempo y las facturas se reducirán.