Evitar el café al padecer estas enfermedades
El café es una de las bebidas más populares entre los españoles, pero a pesar de sus muchos beneficios, a veces es incompatible con ciertas enfermedades.
Podemos hablar de un ritual para una pausa regeneradora, de combustible para empezar nuestros días y, a veces, de una excusa para charlar en compañía. Sea cual sea el motivo de esta elección, hasta un 32% de los españoles consume más de dos tazas y un 55% bebe un par, frente a un 13% que afirma no consumir café.
Sólo el 13% de la población no consume café, según algunas investigaciones, que han calculado tanto España como otros países. Con todo esto, los que forman parte del porcentaje de bebedores habituales de café no saben que en realidad no es la mejor opción para su salud.
No demonicemos el café en general, seamos claros, esta bebida es en realidad, si se toma en las dosis recomendadas, muy beneficiosa para la salud. El café es conocido por sus numerosas propiedades beneficiosas, como su capacidad para combatir el envejecimiento celular, mejorar las capacidades perceptivas, reducir el hambre excesiva en las dietas y mucho más.
Dado que esta bebida aporta varios beneficios, ¿quién no debería consumirla -o al menos limitar su consumo- por su salud?
Café: a quién perjudica esta bebida
Se puede partir de una premisa: está claro que el tipo de café, la adición de azúcar y la cantidad de tazas consumidas son factores muy relevantes. Por lo tanto, no hay que caer en la trampa del «todo o nada». El café largo, por ejemplo, contiene más cafeína que el espresso. Una dosis de dos a tres tazas al día suele ser segura en casi todos los casos, pero algunas personas deberían mantenerse alejadas de él en la medida de lo posible. Obviamente, el consumo de café no es recomendable para quienes padecen:
- gastritis hipersecretiva;
- cardiopatía isquémica;
- mastopatía fibroquística;
- enfermedad por reflujo;
- hipertensión arterial;
- úlcera péptica dispepsia;
- mujeres embarazadas (si en cantidades excesivas).
Para todos los demás, beber café es un buen remedio para la salud, siempre que se respeten los límites recomendados. No se considera una bebida letal per se, pero conviene recordar que quienes beben demasiado café pueden sufrir hipertensión. Esta afección puede provocar derrames cerebrales e infartos y dañar las arterias. El consumo elevado de café, como el de cualquier sustancia psicoestimulante, puede provocar dependencia física y psicológica. La adicción a la cafeína puede provocar quejas de: deshidratación, dolor de cabeza, desequilibrios de presión, taquicardia, náuseas, vómitos, tensión muscular, trastornos gástricos y agotamiento.