Ir de compras, el truco para ahorrar está en la «comodidad»: aquí explicamos lo que significa
La compra, ¿cómo hacerla bien y al mismo tiempo ahorrar algo de dinero? El truco está en la «comodidad».
Si ir de compras al supermercado no es algo relajante, sino muy estresante debido a las constantes subidas de precios del mercado, entonces hay que respirar hondo y seguir un truco decididamente pegadizo. Este último es muy eficaz y no va en absoluto en contra de la ley.
En definitiva, es completamente legal y parece que muchas personas en nuestro país ya lo están aplicando con éxito. En una época de gran crisis y de perpetuas subidas de precios, cuando nos disponemos a realizar compras de diversa índole, tanto de alimentación como de cuidado personal y del hogar, deberíamos apuntar siempre a lo que realmente necesitamos y no dejarnos llevar por ofertas exclusivas.
En muchos casos no lo son en absoluto. Siempre hay que mirar los precios de los productos de otras marcas, su peso, pero también y sobre todo su calidad. Cuidado también con las fechas de caducidad. De hecho, muchos alimentos están superdescontados, simplemente porque están a punto de caducar. También hay que evitar ir de compras con nuestros hijos, que se sienten atraídos por los productos superpublicitados, que también son los más caros.
Además, a menudo se dejan engañar por dulces y productos preenvasados, que no son lo mejor para nuestra salud ni para la suya, ni tampoco para la cartera. Tampoco nos dejemos embrujar por el gran carrito que nos espera a la entrada del supermercado, que nos inducirá a llenarlo hasta los topes.
Ir de compras, siempre hay que tener cuidado con las trampas
Confiemos en ella sólo si tenemos que hacer muchas compras o comprar cosas voluminosas, como agua o detergentes. Si no, optemos por las cestas, que son cómodas y se pueden encontrar en cualquier sitio. Además, llevemos bolsas de la compra con nosotros, para no tener que comprar otras nuevas en la caja.
También hacemos siempre una lista de la compra con todos los productos que necesitamos. Y para no quedarnos en la zona de confort, dejemos de quererlo todo enseguida, bonito y listo. Así que si se nos da bien cocinar con pocos ingredientes, no nos dejemos engañar por la sección de gastronomía, que suele ser muy cara.
Hay que salir de la zona de confort
Sin embargo, por encima de todo, también hay otro aspecto que nos engaña en la cantidad final que gastamos. Es el hecho de que a menudo compramos frutas y verduras ya lavadas y cortadas para mayor comodidad. No hay más que pensar en la clásica ensalada, que resulta muy cómoda cuando viene en bolsas. Sin embargo, si la compramos al peso y la lavamos y cortamos nosotros mismos, pagaremos casi la mitad, si no menos.
Lo mismo ocurre con la fruta, como en el caso de la piña. Todo esto nos lo ha mostrado en su muy seguido perfil oficial de Instagram una talentosa nutricionista. Al seguir estos sencillos consejos suyos, seguro que notaremos un gran ahorro cuando vayamos a hacer la compra. ¡Y entonces nuestra cartera empezará a sonreírnos!