El verano es la estación de la diversión, pero también es la estación en la que las enfermedades se propagan con más rapidez. Descubrimos las más insidiosas.
Muy poca gente sabe que durante la época estival, gracias al calor, el mar, las piscinas y la vida al aire libre, aumenta considerablemente el riesgo de contraer infecciones y enfermedades desagradables.
Como señaló la presidenta de la Asociación Mundial de Enfermedades Infecciosas y Trastornos Inmunológicos, Susanna Esposito, aunque la gripe y muchos otros virus desaparecen por completo en verano, hay nuevas enfermedades con las que hay que contar.
En concreto, según los expertos, hay cinco enfermedades estivales más insidiosas de las que conviene mantenerse alejado. ¿Cómo? Siguiendo unos sencillos consejos y recomendaciones, podrá evitar encontrarse con inoportunos contratiempos que pueden arruinar sus esperadas vacaciones.
«En verano, bacterias, hongos y parásitos figuran entre los principales responsables de infecciones que afectan por igual a niños y adultos», explica la doctora Susanna Esposito, y añade: «… Entre las más frecuentes están las insolaciones y golpes de calor, las infecciones cutáneas, las alergias por picaduras de insectos, las reacciones de contacto causadas por medusas y tracina, las gastroenteritis y las intoxicaciones alimentarias.
Obviamente, las altas temperaturas y la exposición prolongada al sol son la principal causa de insolación y golpe de calor. En este caso, lo mejor es hidratarse adecuadamente, evitar salir en las horas de más calor y utilizar cremas protectoras al exponerse a los rayos solares. Las alergias por picaduras de insectos también son muy comunes, por lo que es mejor prevenir y utilizar cremas antiinsectos, además de tener siempre un bolígrafo para después de las picaduras. En cuanto a las infecciones cutáneas, la más común en verano es el impétigo, que aparece en forma de ampollas o forúnculos durante tres o cuatro días. Es una infección muy contagiosa que afecta sobre todo a los niños cuando la arena o el agua del mar están especialmente sucias. El impétigo puede ser muy molesto, por lo que conviene ser precavido y utilizar siempre una toalla y evitar sentarse con la piel sobre la arena o las tumbonas.
Otro de los problemas con los que uno se topa durante la época estival son las intoxicaciones alimentarias. Esto se debe, sobre todo, a que la gente ya no suele seguir una dieta sana y correcta, por lo que suele acabar en excesos y sus consecuencias. Por último, conviene no subestimar el riesgo de contraer hepatitis, salmonela y estafilococos, que también pueden tener consecuencias negativas a largo plazo.