Afrontar una entrevista de trabajo: cómo evaluar las sensaciones de la empresa receptora.
¿Cuántas veces nos hemos encontrado buscando trabajo, temporal o de larga duración? La larga maraña para entrar en el mundo laboral consiste en enviar currículos y solicitudes por correo electrónico o a través de formularios de solicitud puestos a disposición de los usuarios. Cuando nos seleccionan, el siguiente paso es la entrevista de trabajo, y aquí hacemos todo lo posible por dar lo mejor de nosotros mismos y tener el mejor aspecto.
Cuidamos nuestra imagen, nuestra vestimenta, nuestra propiedad lingüística. Queremos parecer elegantes y presentables, accesibles y versátiles. Causar una buena impresión es nuestra consigna. Pero, ¿nos hemos preguntado alguna vez lo importante que es valorar también la otra cara? Es decir, hablamos de entender qué empresa nos está evaluando en ese momento y cuáles son sus intenciones. En resumen, tenemos que ser evaluados, pero también tenemos que evaluar a la empresa, porque no todos los trabajos tienen que estar hechos específicamente para nosotros.
La urgencia y las ganas de implicarnos a menudo nos nublan la mente y nos empujan a querer lucir lo mejor posible sin sopesar realmente al empleador que tenemos delante en la entrevista. He aquí algunas señales que hay que captar y evaluar cuidadosamente:
La clave está en prestar atención a las preguntas y a los detalles. Hay que ser presentable e ingenioso, pero es necesario tener buen ojo y espíritu crítico para no caer en las trampas de los empresarios.