Tarjeta de crédito, ¿para qué sirven los números del reverso? Las transacciones no son seguras
A lo largo de los años, se han producido muchos cambios, sobre todo gracias a los avances tecnológicos.
Por ejemplo, con la llegada de Internet, que ha revolucionado literalmente nuestras vidas gracias a su difusión cada vez mayor en Italia y más allá de sus fronteras. Entre las principales revoluciones provocadas por Internet, cabe mencionar en particular la llegada de las redes sociales, encabezadas respectivamente por Facebook, Instagram, Twitter y Tik Tok para los segmentos más jóvenes de la población.
Internet también permitió la llegada de los teléfonos inteligentes, que conquistaron el mercado en todo el mundo en muy poco tiempo. Otro gran cambio provocado por la llegada de Internet es, sin duda, la difusión de los portales de comercio electrónico (liderados respectivamente por Amazon, MediaWorld, Unieuro, Trony, Euronics, etc.), que permiten a los ciudadanos realizar compras de forma fácil e inmediata, utilizando sus tarjetas de crédito y débito.
Es precisamente a esto a lo que nos referimos hoy: a lo largo de los años, hemos asistido de hecho a una transición gradual pero continua del uso del dinero en efectivo, a los sistemas de pago electrónico utilizados hoy en día, garantizados por tarjetas de crédito y débito, eventualmente asociadas a una cuenta corriente.
De este modo, las transacciones han pasado a ser puramente en línea, a diferencia de los viejos tiempos en los que predominaba el dinero en efectivo. Llegados a este punto, cabe hacerse una pregunta importante: ¿son las transacciones en línea realmente tan seguras como parecen? Averigüémoslo juntos.
La función de los números
Uno de los factores más importantes a tener en cuenta a la hora de comprar por Internet es el código CVV, también conocido como CVC. Se trata esencialmente de un código alfanumérico de 3 ó 4 dígitos que figura en el reverso de la tarjeta de crédito o débito que utilizamos a diario.
Es precisamente el CVV el que garantiza la seguridad cuando realizamos compras en línea: si perdemos nuestra tarjeta de crédito, el número de la tarjeta en sí sigue siendo el mismo cuando se sustituye, pero el CVV cambia constantemente, con el objetivo último de garantizar la máxima seguridad, por ejemplo si se pierde la propia tarjeta.
Hay que distinguir entre dos CVV diferentes, empezando por el tipo 1, que se cifra dentro de la banda física de la tarjeta de crédito, seguido inmediatamente por el tipo 2, que se utiliza para todas las transacciones en línea y garantiza así la máxima seguridad en cada compra.