Colapso por golpe de calor, cuáles son los síntomas y cómo prevenirlo | El problema afecta a todas las edades
Con las temperaturas muy altas, podemos ser víctimas de un golpe de calor y sufrir un colapso. Este problema afecta a personas de todas las edades, por lo que es mejor aprender a reconocer los síntomas y prevenirlo.
El verano es, sin duda, la estación de la despreocupación para muchos, pero ¡qué calor! Y con las altas temperaturas ya se sabe, ¡no se juega! El calor puede causar daños, algunos bastante graves. Cualquiera puede ser víctima de un golpe de calor y sufrir un colapso. El problema no afecta sólo a ancianos y niños, sino a personas de todas las edades.
Por eso, aprender a reconocer los primeros síntomas es de fundamental importancia para poder intervenir a tiempo y evitar consecuencias graves como, por ejemplo, un colapso cardíaco, es decir, una caída repentina de la presión arterial que provoca una reducción del flujo sanguíneo y, por tanto, del oxígeno a los órganos del cuerpo, empezando por el cerebro.
Como suele ocurrir, la prevención es la mejor cura, por lo que el Ministerio de Sanidad ha proporcionado directrices para proteger a todo el mundo.
Colapso por insolación: síntomas y prevención
Cuando las temperaturas son muy altas, nuestro cuerpo empieza a sufrir y son varias las señales que nos envía para hacernos saber que algo va mal. La primera señal de alarma que no hay que subestimar es la aparición de náuseas y dolores de cabeza o, lo que es peor, «confusión mental». En algunos casos, pueden aparecer calambres y una necesidad urgente de beber. La palidez repentina y la somnolencia intensa también pueden indicar sufrimiento causado por el calor.
Si experimenta los síntomas que acabamos de describir, lo mejor que puede hacer es ponerse en contacto con su médico o con el 118. Mientras tanto, puede ser útil seguir los consejos dispensados por prácticamente todos los canales de comunicación con la llegada de los primeros calores. En primer lugar, lo mejor es trasladarse a un lugar fresco, tumbarse y mantener las piernas elevadas. Para bajar la temperatura corporal, también puede ser una buena medida utilizar paños frescos y escurridos. Los expertos aconsejan beber, aunque a pequeños sorbos y sin hielo.
Sin embargo, como siempre, la prevención es la mejor cura. Por ello, lo mejor es evitar salir durante las horas más calurosas del día, hidratarse bien bebiendo mucha agua y preferir alimentos como frutas y verduras de temporada. Queremos precisar que estos consejos no sustituyen en ningún caso al asesoramiento médico.