El verano es sinónimo de bronceado y mucho sol. Ahora está de moda el bronceado en spray sin coste. Aquí contamos cómo se puede conseguir.
Con la llegada del calor, el deseo de paz y relajación sana aflora por doquier. La gente busca refrescarse en un chapuzón en el lago, el mar o la piscina. Especialmente los parques acuáticos, más que nunca los fines de semana, se ven invadidos por alegres familias que quieren pasar un día divertido con sus hijos y/o niños.
Mucha gente disfruta tomando el sol en sus jardines o terrazas, tal vez leyendo un buen libro u hojeando una revista. Y otros echan agradables siestas durante sus habituales pausas para comer. Está claro que adquirir un bonito color ámbar es algo fantástico y nos hace sentir más guapos y en forma.
En cuanto a la ropa, también puede ser un acierto. De hecho, los colores claros, como el blanco, muy recomendable en verano para no morir de calor, si se tiene la piel blanca como la leche, no son excitantes. Evidentemente, una cosa es dejarse besar por el sol durante ciertas horas, evitando las más calurosas, cuando los rayos solares pegan demasiado, y otra pasarse todas las horas del día bajo el sol de los leones.
Además, conviene mantenerse constantemente hidratado, bebiendo 2 litros de agua al día y comiendo fruta y verdura fresca de temporada. Además, al volver a casa, conviene darse una ducha refrescante e hidratar la piel con un excelente producto para después del sol, que por lo general también huele bien.
Hay que evitar también los limpiadores demasiado agresivos y dedicarse más a cuidar el cabello con champús y mascarillas específicos adaptados a nuestro tipo de pelo. Cuando estemos al sol, protejámonos la cabeza con un sombrero de ala ancha y los ojos con gafas de sol con cristales oscuros. Evitemos el uso de perfumes para evitar irritaciones.
Si los expertos nos aconsejan no utilizar un buen bronceador con una protección adecuada para nuestra piel y posiblemente resistente al agua para protegernos de los rayos del sol, si queremos bañarnos, también hay quien se apunta a la creación de un bronceador «hágalo usted mismo» para utilizar con un práctico pulverizador.
Este último es realmente genial y todo el mundo lo tiene. Para hacerlo, basta con poner medio vaso de aceite de oliva y el zumo de 1 limón entero en un bol. Luego hay que mézclarlo todo todo con una espátula y verterlo en un recipiente con pulverizador. Et voila, ya tienes listo tu aceite bronceador casero prácticamente sin coste.
Sin embargo, recuerda que esto no te protege de las quemaduras ni de los rayos solares. Ergo, no olvides usar también protección solar, no sea que sufras daños graves como eritemas y quemaduras. Además, no son pocos los casos de cáncer de piel. Además, la exposición prolongada a los rayos solares sin la protección adecuada provoca un envejecimiento antiestético y prematuro de la piel.