Muchos de los refrigerantes o gases refrigerantes actualmente en su se harán ilegales por ser altamente contaminantes. Veamos juntos qué refrigerantes están autorizados.
La nevera es un componente fundamental de nuestro equipamiento doméstico; se puede prescindir del horno, del microondas, de la tostadora, pero desde luego no del frigorífico donde conservar «fríos» los alimentos. Sobre todo en estos veranos abrasadores, en los que los alimentos perecen y se pudren con una rapidez aterradora.
Sin embargo, hay una nevera y un frigorífico; no todos son idénticos. Hay neveras, pequeños frigoríficos y gigantes americanos dignos de un pequeño restaurante. Por supuesto, en tiempos de altos precios de la energía, lo que importa es la eficiencia energética del frigorífico. Normalmente, cuanto más nuevo es, mejor es su clase energética; los modelos más antiguos consumen una energía horrorosa y ni siquiera enfrían tanto los alimentos. En general, cambiar de frigorífico, si la economía lo permite, es siempre una buena idea.
Otro elemento a tener en cuenta son los gases refrigerantes; son fluidos esenciales para el buen funcionamiento del frigorífico. Sin embargo, también los encontramos en aires acondicionados y sistemas de refrigeración utilizados en carnicerías, pescaderías, etc. Los antiguos fluidos refrigerantes, aunque convenientemente baratos, resultaron ser bastante peligrosos, además de tóxicos para el entorno natural.
Con el tiempo, por tanto, se han ido abandonando los gases refrigerantes tóxicos en favor de nuevos fluidos más fáciles de eliminar (además de menos peligrosos para el ser humano). Utilizar un frigorífico con los fluidos antiguos, repetimos, es peligroso; también es perjudicial para el medio ambiente. Además de ser frigoríficos cómicamente ineficaces.
En el ámbito de la refrigeración, sin caer en excesivos tecnicismos, los gases refrigerantes autorizados son los siguientes: R32, un fluido reciente destinado a suplantar a muchos fluidos actuales, con una baja carga contaminante. Luego está el R410A, que ocupa poco espacio en comparación con los modelos más antiguos y hace tiempo que suplantó al R22, letal por sus consecuencias sobre el agujero de ozono. Sin embargo, el R410A requiere instalaciones especiales, frigoríficos especiales; no se puede aplicar fácilmente en todas partes.
También está el R134A, un refrigerante muy versátil que puede utilizarse en la mayoría de los frigoríficos sin ninguna dificultad especial. Precisamente por esta razón es muy popular entre los ingenieros de diseño. Por último está el R407C; un buen fluido, utilizado para sustituir al R22, pero caracterizado por una mezcla difícil de procesar y especialmente delicada. En particular, no permite ningún rellenado, por lo que si un frigorífico tiene una fuga, hay que sustituirlo en su totalidad.
Es probable que, debido a la Transición Ecológica, muchos frigoríficos con fluidos antiguos sean retirados del servicio o declarados ilegales en los próximos años, por lo que conviene informarse y saber en qué situación se encuentra su aparato, para evitar sorpresas desagradables.