¿Los extraterrestres intentan contactar con nosotros mediante señales de radio? Para los ufólogos es una certeza, para los científicos la situación es bastante diferente. Averigüemos juntos qué es cierto.
Telescopios y extraterrestres, un binomio tan clásico como estereotipado. Oídos electrónicos a la escucha de misteriosos mensajes procedentes del espacio profundo; advertencias, gritos de auxilio, intentos de contactar con lejanas civilizaciones extraterrestres. Sin embargo, hay algo de verdad en todo esto, un grano de verdad en esta imagen. A veces, los mensajes del espacio son realmente extraterrestres, realmente misteriosos.
De entre todos los fenómenos astronómicos más misteriosos, las ráfagas rápidas de radio (más conocidas como FRB o fast radio bursts) ocupan sin duda un lugar destacado; se trata de brevísimos destellos de luz que aparecen temporal y aleatoriamente desde el espacio.
Podrían tener su origen en agujeros negros, estrellas de neutrones o incluso extraterrestres; en cualquier caso, pueden oscilar entre unos milisegundos y unos segundos de duración, antes de desvanecerse sin dejar rastro. En la actualidad, estos rápidos destellos de radio son detectados por telescopios en la Tierra; uno de los más potentes es el telescopio de Westerbork, recientemente actualizado con un superordenador especial, el Apertif Radio Transient System (ARTS). A su vez, Westerbork está situado en un lugar fascinante: un antiguo campo de concentración nazi de la Segunda Guerra Mundial.
Nuevas (y misteriosas) formas de FRB se originaron en el Radiotelescopio de Síntesis de Westerbork (Países Bajos). En concreto, tres de estos destellos de radio procedían del espacio profundo y habían penetrado también en la cercana Galaxia del Triángulo, una galaxia espiral situada a 2,73 millones de años luz.
Pero, ¿qué tienen de nuevo estos rápidos destellos de radio? Según las investigaciones de 2019, estos FRB se producen por algún mecanismo (no necesariamente artificial, también puede ser natural) que emite una energía única.
Estos destellos no pueden ser vistos físicamente por el ojo humano, pero están presentes en el cielo; sin embargo, han dejado perplejos a los científicos durante décadas, ya que «luchan» por situarlos correctamente. Una de las hipótesis más aceptadas afirma que son emitidos por estrellas de neutrones, es decir, por el núcleo colapsado de estrellas que se encuentran al final de su vida, cuya masa se ha reducido ya al tamaño de nuestra capital o de una pequeña región geográfica.
Sin embargo, según otras hipótesis, como la del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica en 2017, las señales procederían de emisores alienígenas del espacio profundo. Se trata de destellos extremadamente potentes, ya que los recibimos a 4 billones de años luz, por lo que el origen sigue siendo extraño, y por mucho que la gente sonría y mueva la cabeza, los extraterrestres también podrían ser una respuesta válida a su origen.