En la era digital, a los estafadores se les ocurre cualquier estrategia para engañar a los usuarios: llegan las estafas por correo electrónico de los supermercados.
En una generación en la que nos bombardean con anuncios -tanto en línea como fuera de ella-, se ha vuelto muy difícil distinguir lo que es real y lo que no es más que un cebo para robar nuestros datos personales y nuestro dinero.
Por mucho que la policía postal intente detener ciertos intentos de phishing, siempre hay un hacker a la vuelta de la esquina dispuesto a crear una nueva estafa -aunque de corta duración- bastante eficaz. En este artículo, nos centraremos en los correos electrónicos, el medio más utilizado, pero los mensajes SMS también son una forma de engaño muy poderosa.
No hace mucho, se denunciaron varios mensajes y correos electrónicos de bancos de referencia; estos mensajes pedían realizar una acción: hacer clic en un enlace. Sobre este tema, empecemos con una aclaración: los sistemas bancarios, pero también los institucionales, como el INPS por ejemplo, nunca envían comunicaciones por SMS o correo electrónico, o mejor dicho, si lo hacen, no se les permite insertar en ellas enlaces que dirijan a una página web.
Tales enlaces, de hecho, pueden dirigirnos a una página con malware en su interior capaz de robar nuestros datos personales, incluidos los bancarios. Además de estafas de diversa índole, han aparecido correos electrónicos por parte de supermercados.
Entre los intentos de phishing de todo tipo, también encontramos correos electrónicos que parecen proceder de supermercados populares: muy parecidos a los boletines de noticias, se confunden con demasiada frecuencia con mensajes publicitarios. Su habilidad es precisamente la de enviar ofertas dirigidas, que parecen conocer tan bien nuestros intereses y hábitos de compra que nos envían la promoción perfecta. Las ofertas, sin embargo, despiertan bastantes sospechas porque son demasiado tentadoras.
No podemos discriminar a las empresas que hacen su trabajo correctamente todos los días, ni siquiera ofreciendo a los clientes fieles determinadas promociones. El mensaje que queremos lanzar no es desconfiar de cualquier promoción, sino saber distinguir las verdaderas de las estafadoras.
«Le quedan dos intentos» o «Ha sido seleccionado» son algunas de las frases habituales de los estafadores. «Ha sido seleccionado para participar en nuestro Programa de Fidelización GRATUITO. Sólo le llevará un minuto recibir este fantástico premio», reza un correo electrónico de ‘Leroy Merlin’, en el que se promete ganar un taladro. Obviamente se trata de un intento de phishing, teniendo en cuenta que el mensaje exige una sola acción: hacer clic en el enlace. Además, el correo en cuestión contiene una dirección extraña, que no coincide en absoluto con la empresa en cuestión. Otro detalle que no debe subestimarse es el candado rojo tachado que aparece debajo del remitente, donde al hacer clic se lee: «xxx no ha cifrado este mensaje».