TikTok, se acabó el tiempo. En Occidente, la red social china tiene los días contados. Averigüemos por qué.
Todo el mundo habla de ella, todo el mundo -algunos entusiastas, otros no, algunos en secreto- la utiliza. Es TikTok, la red social del momento. Alcanzando una inmensa popularidad en Asia, la red social está devorando grandes porciones de las redes sociales occidentales «tradicionales», dominando frente a venerables antigüedades como Facebook y el ya moribundo Twitter. Incluso YouTube está luchando contra la competencia, parodiando con pantaloncitos cortos el modelo de su rival chino.
Sí, China. O más bien su Estado, la República Popular China. No son pocos los que se preocupan por las consecuencias de utilizar TikTok, temerosos de que pueda comunicar datos sensibles a Pekín, revelando datos de seguridad nacional.
No es de extrañar, pues, la prohibición que ha llegado al otro lado del Atlántico. De hecho, Estados Unidos ha prohibido el uso de la red social de origen chino, proscribiéndola de facto en muchos estados. El caso más frecuente suele afectar a los miembros del aparato burocrático del Estado, que son los que corren más riesgo de revelar datos sensibles. La prohibición suele aplicarse a los móviles de empresa, no a los personales. Sin embargo, ha habido casos más extremos; la ilegalización total y absoluta de la terrible aplicación china.
La Unión Europea, fiel sirviente de Estados Unidos, se prepara naturalmente para la misma prohibición: de hecho, es noticia de última hora que todos los empleados de la Comisión de la UE reciban la orden de desinstalar la aplicación tanto de sus teléfonos móviles de trabajo como de los personales. Incluso aquellos que quieran utilizar TikTok en sus móviles personales sólo podrán hacerlo después de haber eliminado todo rastro de su trabajo en Bruselas.
El Comisario europeo de Mercado Interior, en un discurso oficial, dejó claro que la Comisión considera prioritaria la protección de sus propios datos y, como tal, no puede permitir el uso de TikTok, señalando que «No, no ha habido presiones de Estados Unidos», tras la encendida polémica de muchos observadores europeos.
TikTok, por su parte, señaló que se trataba de una «decisión que consideramos equivocada y basada en prejuicios». Los representantes occidentales de TikTok también señalaron que no había acusaciones claras, ni una pizca de pruebas para esta prohibición.
En definitiva, una opción claramente política por parte de Bruselas; TikTok, por su parte, defiende que siempre ha jugado con las reglas impuestas por Europa y que seguirá operando como tal, respetando la legislación vigente.