Economía y Finanzas

Cajeros automáticos, nunca hay que hacerlo: al no tener cuidado, se corre el riesgo de encontrar la cuenta vacía

Cajeros automáticos/ passionetecnologica.it

Los ladrones escupen en la pantalla para que la víctima se aleje del cajero: una técnica tan sencilla como eficaz. 

Los robos en cajeros automáticos son los más temidos entre los ciudadanos que sacan su dinero discreta y confidencialmente cada día. La señora que fue víctima de la «técnica de la llama» seguro que no se esperaba una dinámica semejante.

La fobia a un hipotético robo afecta a millones de españoles, que retiran su dinero cada día con el temor de que algún delincuente pueda clonarlo o, peor aún, hacerle daño para hacerse con los datos de su tarjeta. Circulan diversas estrategias que permiten a los estafadores llevar a cabo las más variadas estafas.

Ciertos expedientes pueden ayudar a los ciudadanos a no correr ningún riesgo, o al menos a reducirlo al mínimo: realizar las operaciones en una ventanilla interna de nuestro banco puede ser la solución más segura para evitar diversas dinámicas.

Los ladrones, sin embargo, no dejan de idear las más variadas artimañas para aprovecharse de los pobres e incautos. Pero ¿de qué se trata exactamente?

La técnica de la llama: la nueva frontera del antirrobo

El episodio del que vamos a hablar ocurrió en la ciudad italiana de Trieste, donde una anciana acudió al cajero automático para sacar su dinero; sin saber que estaba siendo seguida por delincuentes, introdujo sus datos como de costumbre para hacer una simple extracción.

En el momento en que salió el dinero, sin embargo, ocurrió algo muy inusual. Un joven la alcanzó y empezó a escupir a la pantalla del cajero, tanto que la mujer se apartó instintivamente. En ese momento, un cómplice entró en escena y, ágilmente, cogió el dinero que se había derramado fuera del cajero y huyó. Desgraciadamente, el caso de Trieste no es el único, ya que se han denunciado varios incidentes similares: algunas personas intentaron defenderse, pero en este caso el chico empezó a escupir a la víctima, obligándola a apartarse.

técnica de la llama/ passionetecnologica.it

De este modo, la pareja consiguió dar una decena de golpes. Afortunadamente, los jóvenes matones fueron detenidos por las autoridades locales gracias a las cámaras de vigilancia que localizaron los rostros de los chicos. Se descubrió que ella, de origen rumano y de sólo 18 años, estaba embarazada y tenía una orden de custodia del Tribunal de Menores a sus espaldas.