¿Existe una receta para la felicidad? Y entre los ingredientes, ¿cuál es el papel del dinero?
Acumular riqueza es el sueño de cualquiera. ¿Quién de nosotros no querría ser rico y quién no ha pronunciado alguna vez la infame frase «el dinero sì que hace feliz»? Pues bien, el debate riqueza/felicidad se ha investigado mucho a lo largo de los años y muchos escritores han centrado sus novelas en la comparación entre una vida feliz sin riqueza o viceversa.
Por supuesto, tener seguridad financiera nos proporciona comodidades y conveniencias de todo tipo, y es difícil negar que disponer de medios económicos para pagar facturas, cuotas y permitirse grandes y pequeños lujos no es algo que definitivamente nos ayuda a estar, si no felices, al menos serenos. Pero, ¿qué han descubierto los estudiosos sobre el tema?
En lo que coinciden todos los estudios sobre el tema es en que existe un umbral que no hay que sobrepasar, más allá del cual la riqueza puede convertirse en fuente de infelicidad. Es decir, para quienes se han ocupado del fenómeno, existe una cifra justa para cada uno, que nos permite vivir serenamente cubriendo nuestros gastos y ofreciéndonos comodidades, pero que no hay que sobrepasar para evitar convertirnos en el Scrooge moderno, como en el cuento de Dickens.
De hecho, sin un equilibrio adecuado, el dinero corre el riesgo de convertirse en un problema, haciendo que todo gire en torno a sí mismo. En 2018, la revista Nature Human Behavior identificó este umbral ideal en torno a los 60.000,00 euros anuales, unos ingresos que permitirían vivir cómodamente pero sin pasarse. Además, en este estudio se contempla un umbral ligeramente superior para familias muy numerosas. En cualquier caso, por encima de 5.000,00 euros al mes corremos aparentemente el riesgo de caer en la obsesión y la infelicidad.
Otros factores interesantes a tener en cuenta son:
La renta media percibida en España ronda los 24.642,05 euros anuales, con una gran discrepancia entre los salarios en las diferentes regiones. También hay que tener en cuenta el coste de la vida en las grandes ciudades, pero, a pesar de eso, cabe hacerse algunas preguntas sobre lo bajos que son los ingresos medios españoles en comparación con los umbrales de felicidad indicados por la revista Nature Human Behavior.